En una semana donde el ahorro energético ha marcado el debate público, la Asociación Empresarial Eólica (AEE) puso el pasado martes una batería de medidas encima de la mesa del Gobierno central para acelerar la reducción del gas ruso en el mix energético de España. Unas medidas que pedían reducir la tramitación burocrática de los parques eólicos -algo en lo que Euskadi ya está trabajando-, pero ponía sobre la mesa de Teresa Ribera otras dos cuestiones menos abordadas: la necesidad de empezar a repotenciar los parques eólicos y la importancia de desarrollar tecnologías de almacenamiento de la energía que permitan poder hacer uso del viento 'a posteriori' y no desperdiciar la energía generada por un molino cuando no hay una alta demanda energética.

En estos dos sectores, las empresas vascas están muy bien colocadas. Basta con pensar en firmas como Iberdrola, Siemens Gamesa, Ingeteam o Haizea Wind para darse cuenta de que Euskadi cubre toda la cadena de valor: desde el diseño tecnológico de las turbinas hasta la explotación del propio parque eólico pasando por procesos como la construcción de los componentes de los aerogeneradores o su propia instalación.

Muchas de las empresas vascas dedicadas a las renovables están dentro precisamente de la AEE. A excepción de Iberdrola, a las ya mencionadas hay que sumar otras como Asaken, Ormazabal, Sener, Saitec o incluso entidades como el Clúster Vasco de la Energía o Capital Energy, que pese a ser una empresa de fuera de Euskadi hace la promoción de sus parques con sociedades radicadas en la comunidad autónoma.

Euskadi ya cuenta con sistemas de almacenamiento de energía en algunos de sus parques eólicos. En concreto, en los que tiene Iberdrola en Abadiño y en el parque alavés de Elgea-Urkilla. En ambos la firma vasca trabaja precisamente de la mano de Ingeteam en un proyecto y ambas compañías están explorando estas tecnologías de cara a su implementación futura en otras superficies de estas características. El otro gran operador en el mix eólico vasco -con permiso de Euskal Haizie, la filial de Fisterra Energy que opera en silencio bajo la batuta de Pedro Barriuso- es Capital Energy. Una empresa que también está explorando esta línea de negocio, aunque todavía no concreta si estudia implantar baterías aquí o no.

Y es que aunque las empresas no concretan qué, cuándo y cómos, cargos de las eólicas reconocen en privado que el futuro, no solo de la eólica sino de todas las renovables pasa por aquí. "Vamos a ver baterías en todos los parques eólicos; es la forma de eliminar el principal hándicap que tenemos", reconoce una dirigente en conversación con este periódico. Almacenar energía será un reto que favorecerá también a actores ajenos a los operadores como Ingeteam, que también trabaja en distintos proyectos. La alianza con Iberdrola para las baterías también está implementada en el sector fotovoltaico y la compañía que lidera Adolfo Rebollo tiene bajo el brazo un plan de inversiones de 210 millones de los que 140 van dirigidos directamente a I+D.

Aerogenerador de Siemens Gamesa. / Siemens Gamesa

La repotenciación, una actividad con potencial y fondos europeos a la vista

Otras empresas reconocen que este campo les pilla más lejos, como las dedicadas a la eólica onshore con una tecnología "aún muy incipiente", pero no descartan que en un futuro eso se desarrolle. Otras como Gamesa también miran a la repotenciación como una "actividad potencial" de cara al futuro ante la cercanía del final de la vida útil de algunas turbinas instaladas en España -según la AEE, es el caso de siete de cada diez aerogeneradores instalados en el país-, pero ya han realizado proyectos en otros puntos del planeta como en Iowa (Estados Unidos), donde se acometió la repotenciación de un parque de 429,3 MW en uno de las mayores iniciativas de la historia en el sector de las renovables.

Aerogeneradores en Castilla-La Mancha / Parque Científico y Tecnológico de Castilla-La Mancha

Otras como Iberdrola ya han hecho eso incluso dentro de nuestras fronteras, como en el caso del parque de Higueruela (Albacete). En esa superficie, de 243 generadores, la compañía de Sánchez Galán va a pasar de los 660 KW que tenían a aerogeneradores de, como mínimo, 4 MW. Esa estrategia, además de incrementar exponencialmente la capacidad energética de los parques, también permite hacer frente al reto del impacto visual y medioambiental, que es una de las principales críticas que reciben las eólicas aquí en Euskadi.

Las últimas tramitaciones de Aixendar -la sociedad que comparten Iberdrola y el Gobierno vasco-, Capital Energy y Euskal Haizie van precisamente en esa línea, en la de hacer parques de menos de una decena de aerogeneradores, pero más potentes para llegar a capacidades como los 49,6 MW que pretende producir la filial de Fisterra Energy con apenas ocho turbinas. El Gobierno central, según señaló el director general del IDAE, Joan Groizard, en 'Crónica Vasca', va a tener en cuenta la repotenciación en su PERTE de economía circular.