Con firmas como Matrici o Panaderías Lemona como los grandes referentes del ahogo económico por el que pasan algunas compañías vascas, los concursos de acreedores siguen al alza en Euskadi. Según los estadísticas remitidas por el Colegio de Registradores de España, correspondientes al segundo trimestre de 2022, la comunidad autónoma cerró este periodo del año con un 5,6% más de concursos que en el mismo periodo del año pasado: 114.
La tendencia vasca se consolida en su oposición a la del conjunto de España, donde las situaciones de suspensión de pagos se han visto reducidas en un 12,2% con respecto al año pasado. De hecho, frente a un país donde la mayoría de los concursos fueron consecutivos -esto es, reabiertos después de que no se alcanzase un acuerdo extrajudicial para pagar deudas-, en Euskadi 97 fueron voluntarios y solo 17 consecutivos, sin que ni uno solo de ellos fuese solicitado por los propios acreedores.
La prórroga de la moratoria concursal -que ha sido el tapón que ha evitado la avalancha de concursos que espera la justicia vasca- no ha conseguido frenar la hemorragia de empresas en suspensión de pagos y estos procesos han seguido creciendo. En cuanto a los tipos de procedimiento, apenas 41 de ellos se tramitaron por la vía exprés -la que ha ocurrido, por ejemplo, con la división de ensamblaje de URSSA, abierto y cerrado simultáneamente ante la insuficiencia de masa activa, de una mínima posibilidad de poder pagar a los acreedores- mientras que fueron solo dos los que siguieron el procedimiento ordinario y la inmensa mayoría, 71, los que se han tramitado por el procedimiento abreviado en Euskadi.
De los 114 deudores concursados en el segundo trimestre, 57 resultaron ser empresas, 26 personas físicas sin actividad empresarial y 31 individuos que sí contaban con actividades empresariales. Al igual que han ido recogiendo los datos de Informa D&B, las compañías más afectadas por los concursos de acreedores han sido las constructoras y los comercios. De las 57 firmas concursadas en la comunidad autónoma, solo dos contaban con más de 50 trabajadores y solo una superaba los 5 millones de volumen de negocio, mientras que la inmensa mayoría (44) eran microempresas con menos de 10 empleados.
El grueso de las compañías concursadas son o firmas con menos de 4 años o con más de 20. Entre estos dos grupos divididos por el Colegio de Registradores están el 45,61% de las compañías abocadas a la situación concursal. Euskadi ha sido este segundo trimestre la séptima comunidad con más concursos y una de las cuatro entre las que han crecido este tipo de procesos, si bien ha sido la que menos. La vecina Navarra, sin ir más lejos, ha visto aumentar estos procedimientos en un 81% con respecto al segundo trimestre de 2021.