Si CAF y Talgo discurren prácticamente en paralelo en la carrera por poner en circulación trenes impulsados con hidrógeno verde, la francesa Alstom va un buen puñado de pasos por delante. El gigante galo, propietario de la planta de Bombardier en Trapagaran, acaba de inaugurar la primera línea ferroviaria para pasajeros propulsada con hidrógeno en Alemania y sigue luciendo méritos frente a sus competidores de cara al deseado desembarco en España.

Los responsables de la firma ferroviaria francesa ya han dejado claro en varias ocasiones que apuestan decididamente por colocar trenes de hidrógeno en el mercado español, de máxima prioridad justo después de Alemania. Alstom cuenta con un importante centro de innovación y movilidad digital en Madrid, además de las estructuras industriales de Barcelona y Bizkaia, dedicada esta última al montaje de sistemas de propulsión, lo que le lleva a hacer una apuesta por llenar de locomotoras movidas por hidrógeno las vías españolas de la mano de los fondos Next Generation.

Y en eso están también los gigantes locales del sector. En el caso de la guipuzcoana CAF las pruebas dinámicas de su tren de hidrógeno FCH2Rail arrancaron en julio tras un largo proceso de maduración de este sistema de propulsión, incluyendo pruebas estáticas. Talgo por su parte hizo lo propio con un tren laboratorio (el TPH2) de su proyecto Vittal One un par de meses antes con el respaldo de Repsol. La compañía que preside Carlos de Palacio, con raíces vascas y planta productiva en Rivabellosa, logró algo de ventaja respecto a la firma beasaindarra con una primera unidad a prueba en los alrededores de Madrid pero CAF, cuyo proyecto ha germinado en la planta de Zaragoza, igualó las fuerzas a finales de julio.

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Alstom, alumno aventajado

Así las cosas es cuestión de tiempo que tanto CAF como Talgo tengan sus primeras unidades listas para circular por vías no electrificadas como alternativa sostenible. El trabajo de cocina ha sido largo no sólo por las características de este tipo de proyectos, también por la serie de obstáculos externos que han tenido que sortear ambas compañías como los problemas de suministro o las afecciones en el transporte por la última huelga. 

En mayo el CEO de CAF, Javier Martínez Ojinaga, reclamaba más decisión por parte de las administraciones españolas a la hora de impulsar estos proyectos, tanto a nivel de ayudas públicas como en el tema regulatorio. Esta segunda cuestión es una preocupación común a todos los agentes implicados en el desarrollo del hidrógeno verde, y en ese sentido también el Corredor Vasco del Hidrógeno que encabeza Petronor ha reclamado más claridad normativa.

En todo caso hace tiempo que en la carrera europea tomó la delantera Alstom. En realidad Japón ya puso en marcha un tren con esta tecnología en la década de 2000, pero no fue hasta 2018 cuando Europa contó con una iniciativa pionera de este tipo de la mano de Alstom. El gigante francés, que finalizó a comienzos del año pasado la adquisición de Bombardier, incluyendo la factoría de Trapagaran, ha anunciado esta semana que ha dado un paso más logrando abrir la primera línea ferroviaria completa para pasajeros que funciona con pila hidrógeno, en concreto en Bremervörde, Alemania.

Se trata de 14 nuevos trenes regionales ya en servicio comercial con pasajeros que sólo emiten vapor y agua, y funcionan con un bajo nivel de ruido, ha explicado la firma. Alcanzan una velocidad máxima de 140 kilómetros por hora y tienen una autonomía de 1.000 kilómetros, pudiendo circular durante toda la jornada con un solo depósito de hidrógeno.

Alemania es precisamente uno de los países en el punto de mira de CAF a medio plazo tras haberse asentado en Francia con la compra de una planta de Alstom en Alsacia.