La excepción ibérica a la cogeneración permitirá a Euskadi recuperar 364 MW de potencia

Mientras el Gobierno central sigue cerrando la letra pequeña del plan de ahorro energético que debe remitir a la Comisión Europea antes de que termine septiembre, poco a poco van conociéndose las medidas de contingencia que se implantarán en todo el país para hacer frente a la crisis energética. Sobre las mesas de Industria y Transición Ecológica ya se trabaja la interrumpibilidad sobre la que tanto hincapié está haciendo el Ejecutivo vasco, algo a lo que se suma el anuncio realizado este martes por el presidente Sánchez en el 'cara a cara' con Feijóo en el Senado: la extensión de la excepción ibérica a la cogeneración. Una medida que ya se estaba aplicando en Portugal, que venía reclamando la industria electrointensiva y gasintensiva y que permitirá, en el caso de Euskadi, 'resucitar' 364 MW de potencia entre las 87 plantas que usan el gas para producir electricidad y calor.

Así se desprenden de los datos que maneja Acogen, la patronal nacional de la cogeneración. La entidad lleva meses trazando cómo ha evolucionado el uso de esta tecnología, una alternativa más para las industrias que comenzó el año con más demanda que en 2021 y que, con datos de julio, había visto cómo la potencia generada por las plantas vascas se había desplomado hasta un 67%. La tecnología supone en Euskadi el 15% de la electricidad según los datos que maneja el Gobierno vasco y afecta a importantes sectores de la industria autonómica. No solo el papelero: empresas como Petronor, Michelin o Unilever -esta última con una importante carga de trabajo- también cuentan con instalaciones propias capaces de producir energía a través del gas. Aun así, el papelero, con una importante implantación en Gipuzkoa, ha sido el más afectado: si la producción de energía en ese territorio en julio de 2021 fue de 73.000 MWh, en el mismo de este año apenas fue de 7.000 MWh, un 95% menos.

Producción de las plantas de cogeneración vascas comparadas entre 2021 y 2022 / Acogen

Sin embargo, la gran industria no es la única que se ha abonado a estas plantas, también fábricas como las de Iparlat en Urnieta, la de Bunge en Zierbena o la conservera Salica, fruto de la fusión entre Campos y Astorquiza. Junto a las empresas también se cuentan en el uso de la cogeneración infraestructuras como los hospitales de Txagorritxu o el hospital comarcal del Bidasoa, que también permitirán a Osakidetza beneficiarse directamente de la excepción ibérica.

Por territorios, la potencia y las plantas se distribuyen también de forma desigual. Gipuzkoa es el territorio que cuenta con más plantas de este tipo -37 con una potencia total de 126 MW-, pero Bizkaia, aunque posee menos plantas con esta tecnología, son más potentes: 28 con 149 MW.