A las puertas de que comience la OPA por parte de Siemens Energy, Gamesa ha hecho este jueves a mediodía el peor de los anuncios posibles. Después de acumular un agujero milmillonario de pérdidas, la eólica de Zamudio ha comunicado este mediodía al comité de empresa que prevé despedir a 2.900 empleados, de los cuales 475 serán en España. Así lo ha dado a conocer el consejero delegado de la compañía, Jochen Eickholt, al comité europeo de la firma minutos antes de enviar un correo eléctrico a todos los trabajadores para informarles del durísimo ajuste de empleo según ha podido saber 'Crónica Vasca'.
El anuncio de los despidos ha pillado de imprevisto a unos sindicatos que reciben la noticia "sorprendidos". El plan de despidos conllevará dos años, pero todavía no se ha dado a conocer el detalle de cómo se repartirán los despidos por las distintas unidades. Gamesa irá acometiendo la negociación de los despidos comité a comité en un proceso que dará comienzo en cuestión de días, a comienzos de octubre. Según ha dado a conocer la eólica de Zamudio en una nota, la nueva estructura organizativa de la firma entrará en vigor el 1 de enero de 2023, aunque la negociación de los despidos se extenderá hasta el final del ejercicio 2024.
En cualquier caso, la decisión de la eólica rompe con lo dicho por la consejera Tapia, que salió de la reunión mantenida en la pasada primavera con Andreas Nauen afirmando que la plantilla no formaba parte de los problemas de Gamesa, algo que la titular de Desarrollo Económico reiteró a este periódico durante una entrevista a principios de este mes.
El ajuste laboral llega a las puertas de poner en marcha la OPA de exclusión bursátil y después de que la compañía acumulase más de 2.000 millones de euros en pérdidas durante los últimos dos años y medio. El efecto de los malos resultados de Gamesa, lastrada por la pérdida de rentabilidad en eólica terrestre y el fracaso de la turbina 5.X, había llegado no ya a Siemens Energy sino a la gran matriz de los alemanes: a la propia Siemens.
Para acometer la OPA, la compañía había recurrido a un aval de 4.000 millones de euros concedido por JP Morgan y el Bank of America, así como a 1.000 millones de endeudamiento colocados como deuda convertible en acciones de la compañía. La operación, que buscaba ahorrar 300 millones de euros en sinergias y contener la sangría económica de la mano de Mistral, el plan de ajuste en producción y repercusión de costes que se completa ahora con una importante reestructuración de la compañía, que perderá más de un 10% de los cerca de 27.000 trabajadores con los que cuenta en todo el mundo.
El calendario inicial de Siemens Energy, ya con retraso, pasaba por que la OPA tuviese un periodo de aceptación de cuatro o cinco semanas, se anunciasen sus resultados en octubre, se sacase a Gamesa de Bolsa en noviembre y antes de final de año estuviera completada la absorción en términos corporativos. Quedará entonces por concretarse todavía cómo será la integración de la filial vasca en la matriz alemana.
En el conjunto de España, Gamesa cuenta con 6.000 empleados, de los que un millar trabajan en Euskadi.
"Hay que dar un giro a la compañía y asegurar su futuro sostenible"
En un comunicado difundido por Siemens Gamesa, el CEO de la compañía, Jochen Eickholt, ha asegurado que la decisión no ha sido fácil, pero ha matizado que toca "llevar a cabo las medidas necesarias para dar un giro a la compañía y asegurar su futuro sostenible". "Necesitamos construir una Siemens Gamesa más fuerte y competitiva para consolidar nuestra posición como actor clave en la transición energética verde", ha remarcado Eickholt.