Cuatro meses después de un primer encuentro con la cúpula de Siemens Energy del que el Gobierno vasco salió convencido de que los trabajadores no iban a ser un problema, la consejera Tapia ha tenido que responder a la hemeroteca. En los pasillos del Parlamento vasco, antes del pleno de control, la titular de Desarrollo Económico ha asegurado que ahora lo "realmente importante" es que Gamesa "pueda ser competitiva a largo plazo". Tapia ha lamentado unos despidos sobre los que ha dicho que "evidentemente no es una buena noticia", pero ha querido desviar el foco hasta la situación global que ha traído a la compañía hasta aquí: las pérdidas de miles de millones que ha ido acumulando la empresa en los últimos dos años y medio.
Euskadi cuenta con un millar de los cerca de 6.000 trabajadores españoles de Gamesa, algo menos de un tercio del total de la plantilla. Los sindicatos estudian ahora qué hacer, pero de momento guardan las movilizaciones en el cajón hasta conocer los planes detallados de la empresa y ver qué margen de negociación tienen.
Ese punto que manejan las centrales es el mismo por el que Tapia ha mostrado cautela a la hora de valorar "cómo se transmite a cada uno de los trabajadores" este anuncio de despidos. "Lo más importante es ver en qué tiempos, formas y cómo nos afecta" el recorte de plantilla, ha asegurado Tapia. La consejera ha insistido en que "lo primero es hablar con la propia plantilla" y que no será hasta ahí cuando se pueda elaborar "una opinión mucho más fundada" sobre el plan de ajuste de Gamesa.