Apenas cinco meses después de su presentación en sociedad, H2Sarea, el proyecto de Nortegas para mezclar gas natural e hidrógeno en las conexiones gasísticas, se apunta su primer éxito. Según ha dado a conocer la compañía este miércoles, el proyecto ha culminado con éxito la primera fase de su proyecto, con un 'blending' de un 5% de hidrógeno y un 95% de metano que se ha estudiado durante 3.000 horas.
Tras el análisis del funcionamiento de las conducciones de gas en más de 550 puntos de control en puntos de la red de distribución de gas como las estaciones de regulación, las tuberías de acero o uniones bridadas, la firma no ha observado ninguna incidencia ni en la red general de gas natural ni en las instalaciones domésticas.
El éxito de esta primera fase de pruebas ha hecho que Nortegas dé el paso de empezar una segunda fase de H2Sarea en la que la compañía buscará superar los máximos legales del 'blending' que ahora mismo permite la ley. Ahora mismo los hidroductos no tienen ninguna regulación, de modo que solo podrían circular por la red de gas dentro del 5% de gases distintos al gas natural que se permite introducir en los gasoductos españoles. Entidades como Tecnalia, el Corredor Vasco del Hidrógeno o Petronor ya han reclamado en alguna ocasión que se dé un cauce legal a los hidroductos.
Sin embargo, mientras esto no ocurre, Nortegas va a dar el salto de escalar sus inyecciones de hidrógeno hasta una mezcla de un 10% de hidrógeno y un 90% de metano para comprobar la resistencia de las infraestructuras a la presencia del hidrógeno. El proceso ahora recorrerá la misma hoja de ruta que el primero: 3.000 horas de observación para comprobar la seguridad de esta inyección de hidrógeno. Fuentes cercanas a Nortegas señalan que el proceso podría extenderse en torno a cuatro meses antes de ver los resultados y plantearse otra escala mayor.
El proyecto de Nortegas, que busca comprobar qué uso se le puede dar a las redes existentes de gas natural para distribuir hidrógeno -una variable que algunos gobiernos europeos ya están dando por hecha en sus planificaciones de gasoductos-, seguirá avanzando las proporciones de hidrógeno en el 'blending' hasta el objetivo de llegar a una conducción íntegramente de hidrógeno. "El proyecto H2SAREA nos aportará información esencial para abordar la adaptación de las infraestructuras gasistas existentes, de forma que puedan abordar los retos de la transición energética en la que estamos inmersos", ha asegurado el consejero delegado de la firma, Javier Contreras. Uno de los objetivos de H2Sarea pasa por volver a las administraciones con una experiencia real que permita fijar una regulación a los hidroductos.
Junto a H2Sarea, en Euskadi Nortegas está implicada en la construcción del que puede convertirse en el primer hidroducto de España, el que transportará hidrógeno desde Petronor al edificio central del Energy Intelligence Center, el polo energético con el que el Euskadi aspira a situarse como un referente en el futuro de las energías. El proyecto, a cargo de Nortegas, quedará concluido antes de final de año a la espera de que se instale el electrolizador de Petronor, que, según adelantó 'Crónica Vasca', producirá sus primera moléculas el 16 de enero de 2023.