Tiempos de cambio en Kutxabank. El banco cimentado sobre las raíces de las viejas cajas de ahorro asistirá en un puñado de semanas al segundo relevo en la presidencia de su historia con la llegada de Antón Arriola y la jubilación de Gregorio Villalabeitia. Un proceso que se abre con buena parte del consejo renovado recientemente pero que siempre puede hacer asomar caras nuevas en la dirección. Está confirmada la aparición en breve de un cuarto consejero por parte de BBK (sin contar al consejero delegado, Francisco Javier García Lurueña, ni al propio presidente), que pasaría a tener un miembro dominical más que Kutxa y tres más que Vital por ese mayor peso de la fundación vizcaína en el accionariado (57%).
El hecho es que, si bien no están descartados más movimientos inmediatos de la mano del nuevo presidente, si se atiende al relevo anterior, el que supuso la salida de Mario Fernández y la llegada de Villalabeitia a finales de 2014, no hay que esperar grandes revoluciones. Kutxabank sí acometió la renovación de parte de su dirección a lo largo de 2016 pero más por imperativos legales (por finalizar los mandatos de los consejeros elegidos en la génesis del banco y por la necesidad de elevar la cuota de independientes) que por deseo expreso del nuevo presidente.
En lo referente a los dominicales (los consejeros que se nombran en representación de los accionistas, es decir, de las fundaciones bancarias) muchos de ellos están en pleno mandato, si bien no por ello está completamente descartado su relevo. Por parte de BBK los históricos Joseba Mikel Arieta-araunabeña, Alex Bidetxea y Josu Ortuondo, todos ellos con pasado jeltzale y con asiento en la cúpula del banco desde la fusión, fueron renovados en 2020 para un periodo de cuatro años más. También de la caja vizcaína procede García Lurueña, sobre quien recayó en su momento la nueva figura de consejero delegado y que ostenta un perfil de consejero ejecutivo al igual que el presidente.
Ricardo del Corte y Rosa Fátima Leal, de Kutxa, fueron nombrados en 2020 (esta última ocupa la vicepresidencia primera). La tercera silla de la fundación bancaria guipuzcoana está ocupada, como en el caso de los tres dominicales de BBK, prácticamente desde el alumbramiento de Kutxabank, por el socialista José Miguel Martín, que renovó el año pasado.
Vital, con uno
El séptimo consejero dominical es Jorge Hugo Sánchez, vicepresidente segundo y único representante de Vital tras la salida de Juan María Ollora. El ex diputado general de Álava, presente también desde los orígenes y nombrado vicepresidente en 2017, abandonó la cúpula de la entidad el año pasado dentro del proceso de reajuste interno para acoplar el número de representantes al peso real de cada fundación en el capital. Así, a la salida de Ollora debía seguirle el nombramiento de ese cuarto dominical por parte de BBK, un proceso que está plenamente confirmado por parte del banco y que se solapará en el tiempo con la apertura de la era Arriola.
Una vez formalizado ese nombramiento el consejo pasará a contar con 16 miembros (los estatutos contemplan una horquilla entre 10 y 20), de los que, dejando de lado al presidente y al consejero delegado, seis serían independientes y otros ocho dependientes de las antiguas cajas. Entre estos últimos habría cuatro de la vizcaína, tres de la guipuzcoana y solo uno de Vital atendiendo a ese peso en el accionariado del 57, 32 y 11%.
Nuevos independientes
Reforzar el peso en el consejo de los miembros independientes como exigen las autoridades bancarias es el gran debe de una empresa surgida hace apenas diez años de tres entidades de gran arraigo social y fuertemente vinculadas al ámbito político. El mismo reparto de sillas en el primer consejo de Kutxabank generó grandes fricciones entre los partidos vascos. PSE y Bildu no ocultaron su malestar por la fórmula pactada entonces por PNV y PP al entender que los nacionalistas conseguían amarrar, con 9 miembros de 14 (10 de 15 si se incluye a Mario Fernández) el control total del banco.
En estos momentos son seis los asientos ocupados por consejeros no vinculados directamente a las fundaciones bancarias tras ganarse uno en el último proceso de renovación de 2016. El último en entrar ha sido Hipólito Suárez, sobrino del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez y uno de los máximos responsables de Aernnova.
En la última gran renovación de la cúpula accedieron al consejo Manuela Escribano, Roxana Meda y Antonio Villar, mientras que José Julio Zatón lo hizo algo más tarde, en 2018. Encabeza el grupo María Victoria Mendia, con cargo de consejera coordinadora además de vocal y presente en el consejo desde la creación del banco.