Para acometer parte de sus procesos industriales, Michelin Vitoria cuenta con una planta de cogeneración operada por Iberdrola desde 2005. Una infraestructura de 46 MW que usa gas para producir la electricidad y el vapor necesario para proceso como la cocción de los neumáticos o la vulcanización. El proceso se hace con una central de ciclo combinado que opera con gas -el plan de futuro para la factoría pasa por que todos los procesos con vapor se conviertan en procesos eléctricos-, pero en un contexto marcado por la crisis energética y donde el mecanismo de interrumpibilidad es otra opción más sobre la mesa, Michelin ha optado por prepararse para una hipótetica parada del suministro de gas.

Según ha podido saber 'Crónica Vasca', la compañía ha almacenado gasoil por si se llegase a dar esa coyuntura. Por el momento no es una opción en el corto plazo, pero sí una alternativa de llegarse a dar un corte en el suministro de gas para tener "cierta tranquilidad" ante esa posible eventualidad, a la que solo se recurriría si no hay gas a pesar de los altos costes que supone para la compañía. Este domingo, en entrevista con este periódico, el director general de la planta vitoriana, César Moñux, aseguró que el peso de la energía en los costes operativos de la factoría se ha multiplicado por tres en los últimos 2-3 años.

A pesar de todo ello, Moñux ya adelantó que se podría operar con gasoil, pero que la empresa de momento apuesta por mantenerse con el gas "por respeto a Vitoria-Gasteiz" aunque la energía esté siendo el gran lastre en costes operativos para la planta, que este mismo mes ha anunciado paradas y prevé tener que recurrir a más medidas de flexibilidad en diciembre. De cara a 2023 la previsión también es de un primer semestre complicado ante la caída de la demanda de neumáticos nuevos y de producción de coches.