Ya con el cargo de presidente de Kutxabank, el banco vasco ha distribuido este miércoles declaraciones de Anton Arriola. El nuevo máximo dirigente de la entidad fruto de la fusión de BBK, Kutxa y la Vital ha aprovechado su primera intervención pública haciendo hincapié precisamente en el punto más polémico de la política bancaria de los últimos años: la pérdida de arraigo de empresas estratégicas, fruto de la política de desinversiones de Kutxabank a la que se ha visto forzada por las normas de Basilea.
El nuevo directivo de la entidad ha augurado "un gran futuro" a Kutxabank, pero ha insistido en la importancia de que el banco mantenga "el arraigo que le caracteriza y que forma parte de su ADN". La entidad, según Arriola, seguirá "en primera línea del sector financiero" incluso "por encima de las dificultades que la actual situación geopolítica pueda suponer", en referencia a la guerra de Ucrania.
El máximo dirigente de Kutxabank ha agradecido a Villalabeitia el trabajo desempeñado durante los últimos años y ha querido poner de manifiesto su "plena confianza" en la "capacidad y el compromiso de todo el equipo de esta gran institución para que hagamos posible ese futuro", al que también se ha referido como brillante.