Cuando parecía que la asignación del PERTE de automoción no tenía marcha atrás y tres meses después de la primera resolución provisional, el Ministerio de Industria ha vuelto a publicar una nueva propuesta para distribuir los fondos europeos destinados a renovar la cadena de valor de la automoción española y redirigirla hacia la electrificación. Una iniciativa pública a la que Euskadi ha concluido liderando cuatro consorcios: el PERTE de Mercedes, el de Irizar, el de SAPA y el de Fagor. Además, el fondo vasco GAEA Inversión participa en QEV Technologies, la empresa que lidera el proyecto que busca reindustrializar la Nissan de Barcelona y volver a hacer realidad.
La foto que parecía ser definitiva dejaba para los cuatro proyectos vascos un total de 236 millones, pero ahora esa foto se vería recortada a 235 después de que la nueva propuesta de industria -que a diferencia de la resolución de octubre vuelve a tener carácter provisional- ha recortado en un millón de euros la asignación presupuestada para el proyecto de Fagor. El nuevo documento aplica recortes presupuestarios al proyecto después de que la comisión evaluadora del PERTE haya vuelto a revisar toda la documentación una vez se han presentado los avales -y en algunos casos se ha visto que eran insuficientes- y haya decidido reducir las cuantías destinadas a tres proyectos, entre ellos el de Fagor.
La cooperativa de Mondragón había recibido del PERTE 8,7 millones para el proyecto Invecpro: un consorcio que lidera Fagor y con el que pretende que desarrollar la electrificación de los vehículos profesionales. Ahora la financiación para la cooperativa se ha visto reducida hasta los 7.830.856 euros, aunque todavía no está claro si tiene o no que ver con una cuestión de avales como ha ocurrido en el caso de QEV Technologies -donde el mordisco es de 40 millones- o si son otros motivos los que han llevado a esta reducción de la cuantía asignada al consorcio liderado por Fagor.
El mordisco, pese a ser inferior a un millón, supone una reducción importante en el apoyo público: se pierde un 11% del apoyo público al proyecto. La ventaja es que el apoyo que recibe el proyecto de Fagor es íntegramente subvención; sin préstamos, lo que hace que no sea necesario devolver el dinero público aunque haya que ejecutarlo. Es precisamente ese recorte el que deja dudas sobre si la cuestión tenía que ver con los avales financieros del proyecto o no.
La iniciativa de Fagor Electrónica, llamada Invecpro, es la más desconocida de los cuatro proyectos vascos que han concurrido al PERTE, cuyo conocimiento nunca ha trascendido más allá de la escueta definición del proyecto que ha dado Industria en todos sus documentos. Se trata de una iniciativa destinada a "la investigación industrial y transversal para una nueva generación de vehículos eléctricos y conectados profesionales de alto valor añadido".
El resto de proyectos vascos se quedan en la dotación pública exactamente igual que estaban: Mercedes recibe 170 millones, SAPA y su proyectos SoNNMESyCo se queda en los mismos 32 millones que hasta ahora y la iniciativa de Irizar para autobuses eléctricos, llamada CAPITAL, recibirá 24 millones del Ministerio entre subvenciones y préstamos. Ahora las empresas tienen hasta el 20 de diciembre -10 días hábiles- para reclamar las cuantías adjudicadas. Quienes no han visto modificada su cuantía ya pueden aceptar las asignaciones y ponerse a trabajar en sus proyectos