El mundo sindical llora esta madrugada la muerte de Nicolás Redondo. El histórico secretario general de la UGT ha fallecido esta noche a los 95 años de edad. Barakaldar y trabajador del metal vizcaíno, Redondo ha fallecido en Madrid tras toda una vida dedicada al sindicalismo y a la política. Trabajador de la Naval durante la friolera de 31 años, Redondo es una figura histórica por su trabajo en ambos ámbitos.
Fue una figura clave para que el socialismo echase a andar en Euskadi y en el conjunto de España. Su renuncia a la secretaría general del PSOE en el Congreso de Suresnes fue fundamental para que Felipe González se hiciese con las riendas del PSOE y llevase el timón de Ferraz hasta La Moncloa. Posteriormente, no es menos cierto que Redondo llegaría a organizar huelgas generales contra el gobierno del propio Felipe González, pero por el camino Redondo fue el responsable de armar ideológicamente al socialismo vasco. Afiliado a partido y sindicato desde 1945, Redondo fue uno de los pilares del PSE junto a figuras como 'Lalo' López -el padre de Patxi López-, Ramón Rubial o Txiki Benegas.
Antes de que llegase la democracia, su actividad política le costó catorce arrestos -de hecho, se benefició de la amnistía de 1975, pero no era algo ajeno a un niño de la guerra que tuvo que vivir en sus carnes el exilio, la pérdida de una madre y la represión de su padre en su más tierna infancia. Su tiempo en política se conjugó con su labor sindical al frente de una UGT de la que fue secretario general entre 1976 y 1994. En ese tiempo fue diputado socialista por Bizkaia durante una década: desde 1977 hasta 1987, cuando renunció al escaño después de votar no a los Presupuestos Generales del Estado que impulsaba el gobierno de su propio partido argumentando que no podía "defender como sindicato un criterio y otro distinto el grupo parlamentario". En ese periodo las discrepancias con el partido habían venido creciendo, con el ingreso en la OTAN o las políticas de Solchaga como puntos de fricción.
Desde ahí armó junto a CCOO la que sería la tercera huelga general desde que se aprobó la Constitución y la primera en la que participaba UGT contra un gobierno socialista precisamente en 1988. Luego vendrían dos paros más con él como secretario general: uno en 1992 y otros en 1994. En ese mismo año, durante el 36º Congreso del sindicato, cedió el testigo de la dirección general a Cándido Méndez.
En su legado quedan también importantes éxitos en el diálogo social. Llevan su firma los pactos de la Moncloa (octubre de 1977), el Acuerdo Nacional de Empleo (9 de junio de 1981) o el Acuerdo Económico y Social (9 de octubre de 1984), muestras de la voluntad de diálogo de Redondo. En un comunicado hecho público este martes por la noche, UGT muestra su "más sincera gratitud por su trabajo e inmensa dedicación al sindicalismo y a las trabajadoras y trabajadores de nuestro país. Su memoria nos impulsa para ser continuadores de su lucha y legado", concluye.
Halagos de todo el mundo sindical y político
El actual secretario general de su sindicato, Pepe Álvarez, era anoche el primero en reaccionar, lamentando en un tuit la pérdida de "un hombre comprometido, coherente y valiente" y que fue una "figura fundamental en el antifranquismo y la transición". "Se va un sindicalista extraordinario al que este país le estará siempre agradecido", rezaba anoche un tuit de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Por su parte, el secretario general de CCOO, el también barakaldar Unai Sordo, ha publicado un tuit en el que traslada la pena por el fallecimiento de "una de las personalidades más relevantes de la España democrática". Se pierde, en opinión de Sordo, a "un hombre que dedicó su vida a la defensa de los trabajadores".