Después de un proceso concursal que lleva más de medio año en marcha, Matrici empieza a asomar la cabeza. La cooperativa del Grupo Mondragón ha conseguido superar las primeras fases del concurso de acreedores sin abocarse a la liquidación en la que está inmersa URSSA -escenario que habría supuesto una catástrofe para una división industrial tocada tras las salidas de Ulma y Orona- y encara ahora la fase clave para cruzar definitivamente el puente concursal sin caer en la liquidación.
La cooperativa de Zamudio, según fuentes conocedoras del proceso, ha llegado ya a la fase de convenio y negocia ya con sus acreedores para pactar quitas y plazos para poder hacer frente a los 25 millones de deuda que arrastra. La firma de utillajes busca ahora presentar una propuesta lo antes posible con el objetivo de salir de la situación antes de que llegue el verano e incluso antes de que concluya el primer trimestre del año.
Esa es la hoja de ruta con la que trabajan en la empresa, donde el paso de clientes y acreedores -algunas empresas son las dos cosas a la vez- por la sede de Zamudio es constante, para abrirse a un horizonte donde se espera un importante crecimiento. Las previsiones que se manejan en el seno de Matrici pasan por una segunda mitad de año donde el mercado de la automoción "repunte" tras un final de año más que complicado, con paradas en prácticamente todas las empresas del sector.
Esa es la oportunidad que no quiere dejar una empresa que tiene una carga de trabajo "abundante" -entre los clientes que están derivando trabajo está el gigante Gestamp- pero que es consciente de que ahora mismo hay fabricantes que no están pudiendo encargar más trabajo al fabricante vizcaíno de utillajes precisamente por su situación concursal, que es un veto para algunos de los gigantes de la automoción.
Por el camino, Matrici ha sabido ir sorteando la situación cumpliendo con una cliente que continúa "satisfecha" con los trabajos de la firma. Al frenazo de final de año en la automoción le ha sustituido en el caso de Matrici algunos pedidos de gran relevancia por parte de ITP Aero. El fabricante aeronaútico, ya en manos de Bain Capital y a la espera -larga ya- de la llegada de Indra para cerrar su accionariado, confió en otoño un importante pedido a la casa de Mondragón y dio un espaldarazo a la cooperativa en medio de la tormenta concursal.
Al despeje de problemas por el que pasa la cooperativa de Mondragón se suma la coyuntura del gigante chino Evergrande, que ha estado todo 2022 en el alambre, pero cuyo fundador ha anunciado recientemente su intención de pagar todas las deudas. Que el grupo asiático se pusiese al día ayudaría en gran medida a superar los problemas financieros actuales. En cualquier caso la última palabra la tendrán los acreedores, entre los que tiene particular fuerza el pool bancario, con cerca de una decena de entidades bancarias prestamistas de la cooperativa de Zamudio.
Un alivio tras las heridas de Orona y Ulma
La salida del concurso de Matrici sería también un respaldo a una Corporación Mondragón que ha tenido en 2022 su 'annus horribilis'. Las marchas de Ulma y Orona del buque insignia del cooperativismo vasco han supuesto un duro mazazo para los de Ucín, que han visto cómo su división industrial se ha quedado coja con la marcha de sus dos emblemas industriales tras la caída de Fagor.
La liquidación del fabricante de Zamudio supondría la estocada final para un grupo que cerró el año dejándose un 13% de sus empleados y uno de cada seis euros que se cobran. En términos de beneficios del área industrial, los 172 millones de beneficio que sumaban las dos cooperativas han supuesto quitar de un plumazo el 50% de los beneficios de esa división de Mondragón, que tiene un peso de un 49,7% en el grupo. De esos beneficios salieron más de 4 millones de aportaciones al fondo de solidaridad en 2021.