Las fundiciones vascas presumen de carga de trabajo a pesar del 'chaparrón' económico

Después de un año complicadísimo en lo económico por la crisis energética, la patronal del sector presume de cifras en 2022. En un comunicado emitido este miércoles por la Federación Española de Asociaciones Fundidores (FEAF), el sector presume de haber mantenido el empleo "a pesar de la difícil situación económica", de la que dicen que ya era grave antes de la guerra, que solo ha puesto más difícil las cosas. Aun teniendo una situación complicada, la patronal ha dado a conocer las cifras de un 2022 en el que el balance es positivo: se ha aumentado ligeramente la producción en un 1,96%, la carga de trabajo ha crecido en ocho días y el nivel de ocupación ha crecido un 5%.

A pesar de todo, la situación energética hace que el 93% de las empresas califiquen de 'grave' o 'muy grave' la coyuntura actual en ese aspecto y en 57% en cuanto a la situación general. Por contra, las acerías dicen estar operando "prácticamente sin márgenes" y "sin la posibilidad de repercutir el incremento de costes en el cliente final". De ahí que se esté pidiendo intervención pública para seguir minimizando el impacto de la crisis en el sector.

En Euskadi, son 77 las fundiciones asociadas a la FEAF, que generan 38.000 puestos de trabajo entre empleo directo e indirecto, facturan alrededor de 2.000 millones de euros y producen 370.000 toneladas anuales, de las que dos tercios se exportan. Las vizcaínas están pendientes de cerrar el acuerdo para el convenio del Metal.