Pese a que en líneas generales el Puerto de Bilbao encara un periodo de tranquilidad en el frente laboral, la calma en un ecosistema portuario es siempre relativa. Las empresas de Bilboestiba siguen pendientes de cerrar el proceso judicial que abrieron hace un par de años los estibadores contratados por Randstad de manera temporal y que sigue decantándose del lado de los trabajadores, con ya más de una docena de sentencias favorables a esta parte en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).
Además los abogados de estos algo más de 60 estibadores van a proceder a reclamar ahora la puesta al día de las cotizaciones a la Seguridad Social por los últimos cuatro años en base a esas sentencias que reconocen que las contrataciones se producían en fraude de ley. Las empresas de Bilboestiba deberían abonar así algo más de 3 millones de euros que se sumarían a entre 3,5 y 5 millones más correspondientes a indemnizaciones en caso de querer prescindir de los servicios de estas personas. Algunas sentencias están fijando indemnizaciones de 50.000 euros y otras de 90.000 en caso de no integrar en plantilla a estos trabajadores, motivo por el que la factura final para las empresas puede variar aunque rondando en todo caso los 7 millones de euros.
Todo ello, claro, siempre que no se produzcan acuerdos particulares para seguir trabajando en las instalaciones de Santurtzi, lo que adelgazaría la factura, y de que el caso no dé un vuelco en el Tribunal Supremo. Las primeras sentencias favorables a los estibadores están elevadas a este tribunal, que debe pronunciarse al respecto a lo largo del año.
Será un punto de inflexión en el conflicto. En caso de que el Supremo ratifique los veredictos del Superior Vasco y de algunos de los jueces de primera instancia (en los juzgados de Bilbao hay discrepancias) Bilboestiba deberá buscar soluciones para no tener que hacer frente a esta cantidad, superior a la deuda con la que entró al último concurso de acreedores. En todo caso la compleja configuración legal de la contratación en los puertos hace que no sea descabellado que los recursos de las empresas puedan tener recorrido en el Supremo, lo que daría la vuelta completamente a la tortilla y sería un gran alivio para la sociedad de estiba bilbaína.
Primeros contactos con los sindicatos
Entre los acuerdos del último convenio de la estiba firmado en verano figura el compromiso de abrir una ronda de negociaciones para buscar una solución a este colectivo de temporales, que llegaron a ser un centenar aunque poco a poco la cifra ha ido menguando, si bien la mayoría de los que han denunciado siguen adelante con el proceso pese a haberse desligado del puerto.
Esta pasada semana se han sentado la dirección de Bilboestiba y los sindicatos Coordinadora y UGT, aquellos que sí firmaron el convenio (no lo hicieron ni ELA ni LAB). El objetivo es iniciar contactos en busca de esa fórmula que permita al colectivo de eventuales, o al menos a una parte, regularizar su situación y seguir vinculado al puerto. Y es que el verano y con ello las vacaciones de los estibadores fijos no está tan lejos y el colectivo de eventuales ha menguado tanto (la mayoría de los que ganan su caso ya no son llamados para trabajar) que probablemente faltará mano de obra para atender barcos.
El propio convenio recoge la entrada de un eventual por cada estibador indefinido que se jubile en los próximos años, aunque el propio relevo está condicionado a la realización de un volumen determinado de jornadas al año por la plantilla. Es esta una vía que podría empezar a dar frutos a largo plazo, pero no convence a los afectados. Fuentes portuarias remarcan que las negociaciones empresas-sindicatos sobre esta cuestión se quieren llevar con la máxima discreción y que el proceso en todo caso será largo principalmente porque aun está pendiente el pronunciamiento del Supremo.