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La recuperación de Petronor y la compra de gas salvan otro año agridulce para el Puerto de Bilbao

El crecimiento del 5% en el tráfico global, muy ligado a factores coyunturales, esconde importantes sombras con la mercancía sólida y el contenedor en línea descendente

2 febrero, 2023 05:00

Señalaba estos días un medio de comunicación de Huelva que el puerto de la ciudad andaluza sigue compitiendo con Bilbao por ese top 5 de instalaciones portuarias más importantes en España. Algeciras, Valencia y Barcelona son inalcanzables en los tres primeros puestos mientras Cartagena abre hueco en 2022 por arriba y, por debajo, Tarragona pierde comba con las capitales vizcaína y onubense.

El hecho es que Bilbao consigue conservar de momento esa quinta plaza, según los últimos datos de Puertos del Estado de cierre de 2022, pero en un mundo con tantos intereses en juego como es el portuario no conviene relajarse. Bien lo sabe el propio Ricardo Barkala, hombre de mar y quien repite una y otra vez la importancia de recuperar la confianza de los operadores para atraer de nuevo los tráficos perdidos ahora que la pandemia ha concluido y la situación laboral en los muelles se ha normalizado de la mano de un nuevo convenio para seis años, hasta finales de 2027.

Un hito el cosechado en el terreno laboral que se espera debe traer nuevos barcos a Bilbao. Las constantes disputas con los estibadores los últimos años eran un freno a la hora de que las compañías confiaran en la capital vizcaína, o esa es al menos la convicción que trasladan los responsables de la Autoridad Portuaria. Con una ampliación en marcha, un plan de electrificación y otros proyectos renovables para los muelles en marcha y un volumen de cruceros cada vez mayor todo apunta a que Bilbao abre en la bisagra 2022-2023 una nueva era de crecimiento, aunque el proceso va a llevar su tiempo (este mismo miércoles se anunciaba un nuevo servicio de contenedores con EEUU) y, por ahora, los números de tráfico se resisten a ofrecer un cambio drástico a mejor.

Vista de la regasificadora Bahía Bizkaia Gas (BBG) en el Puerto de Bilbao / EP

Vista de la regasificadora Bahía Bizkaia Gas (BBG) en el Puerto de Bilbao / EP

Sí es cierto que el volumen global de movimientos creció el año pasado un 5%, pero el dato requiere de muchas precisiones. El incremento se produce gracias al repunte de las mercancías líquidas, que son más de la mitad del tráfico total por volumen de toneladas, mientras el resto de la carga se resiente. En ese sentido destacan las ventas de la refinería Petronor, que se animan en 2022 tras acusar las restricciones a la movilidad por la pandemia los dos años anteriores. Según datos de Eustat las exportaciones de Bizkaia de productos extraídos del petróleo duplicaban ya en noviembre el valor del conjunto de 2021.

Por otro lado la crisis energética por la guerra de Ucrania ha disparado la entrada de buques con gas a Bilbao durante 2022. Bilbao es de entre los grandes puertos, junto a Cartagena, el que más ve crecer los graneles líquidos en 2022, el 15%, mientras los sólidos bajan casi un 20% y la mercancía general lo hace un 2% (la bajada en contenedores es de más del 4%). Un desequilibrio entre el tipo de carga que en principio no sería preocupante si no fuera porque esos estímulos coyunturales que catapultan la mercancía líquida no van a durar para siempre.

Nueva terminal y muchas incógnitas

Precisamente en ese afán por reforzar los lazos estables la Autoridad Portuaria acaba de anunciar una nueva ruta de contenedores a partir de mediados de este mes de febrero con la costa este de Estados Unidos a través de la naviera británica Ellerman. Será un servicio semanal directo con buques con capacidad para 3.500 TEUs (contenedores estándar de 20 pies) del que en Santurtzi se encargará la empresa de estiba CSP (Cosco).

Además, hace unos días la Autoridad Portuaria sacaba formalmente a concurso para hacerse con los espacios disponibles en el puerto tras la primera fase de ampliación del espigón central, 200.000 metros cuadrados para los que en principio no deberían faltar ofertas, bien de uno de los cuatro operadores ya en liza (CSP, LSP, Bergé y Toro y Betolaza) bien de una quinta empresa que se anime a aterrizar en uno de los espacios más jugosos de los terrenos portuarios de Santurtzi. El objetivo, de nuevo, y aunque por ahora hay sitio de sobra para los volúmenes actuales de contenedores, es poder aumentar la competencia con el fin de captar más barcos.