La empresa vizcaína Virtualware, dedicada al diseño de salas de realidad virtual para usos industriales o sanitarios, ha apostado por dar un acelerón en su rápido crecimiento dando el salto al parqué, en este caso al Euronext a través de la Bolsa de París. Su vocación internacional (más de la mitad del negocio está en el extranjero) lleva a la compañía con sede en Basauri a querer estar presente en el mercado de valores europeo para "ganar visibilidad" y ser atractiva de cara a seguir ganando volumen y clientes.

En ese sentido Virtualware está muy centrada en el continente americano, donde cuenta con una filial, en concreto en Toronto, y trabaja con firmas de primer nivel como GE Hitachi. El fabricante de reactores nucleares con sede en Wilmington (Carolina del Norte) fue el primer gran cliente de lujo de la compañía vizcaína, que tiene presencia también en países del centro y sur de América como México, Colombia o El Salvador.

Contar con un gigante como GE Hitachi entre sus clientes ha dado una gran proyección a la firma vizcaína en EEUU, donde Virtualware aterrizó con su primera sala Viroo en 2020. En el caso concreto de GE Hitachi esta sala se utiliza para hacer maniobras que conllevan un elevado riesgo en un entorno seguro y sin riesgos, lo que permite formar mejor a los trabajadores que luego van a manipular realmente el combustible en sus reactores.

Tecnología de Virtualware / CV

"Estar en la Bolsa nos va a ayudar a ganar visibilidad y a acelerar ese crecimiento", señala a este medio el CEO de la compañía, Unai Extremo, que explica que la decisión de cotizar es "un primer paso" en esa hoja de ruta para ganar tamaño a medio plazo. Estar junto a otras cotizadas europeas obliga a un nivel de transparencia que ayuda a ganar confianza entre los inversores, expone Extremo, que mantiene la cautela y prefiere no aventurarse a poner cifras a ese crecimiento esperado para los próximos años.

Sí hay una clara voluntad de "incorporar nuevos actores" que puedan dar otra dimensión a la empresa y, sobre todo, abrir nuevos mercados tanto en el norteamérica y latinoamérica, la gran prioridad, como en Europa. Incluso hay planes sobre la mesa para poder empezar a trabajar en Asia, aunque todavía en fase embrionaria. Además de GE Hitachi, Virtualware trabaja también para Ontario Power Generation, Petronas, Iberdrola, Alstom, Guardian, Gestamp, Bayer, Adif o el Ministerio de Defensa del Gobierno español.

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Proyección a través de París

Cuestionado sobre por qué optar por París para comenzar a cotizar, Extremo apela a la vocación de crecimiento fuera de España y al hecho de que el Euronext permite estar conectado, en este caso a través de la plaza parisina, a otros mercados de acciones europeos. "Creemos que desde ahí vamos a tener mejor acceso a un pool de colaboradores más interesante", señala el CEO.

Una vez obtenida la aprobación del Euronext la idea es tocar la campana de salida a Bolsa en unas ocho semanas, señala Extremo, que apunta también a la escasez de talento como otro de los motores que ha llevado a tomar esta decisión. Como toda empresa tecnológica Virtualware sufre la alta demanda de profesionales y se considera que ser cotizada puede ayudar a retener y atraer talento. La plantilla en Basauri está compuesta por unos 50 profesionales, además de los colaboradores en distintos países, y a nivel de negocio las cifras siguen mejorando con una facturación anual que ronda los 4 millones de euros.