Concluye la serie de perfiles realizados las últimas semanas en Crónica Vasca a los empresarios y máximos mandatarios de los clubes de Euskadi que forman parte del fútbol profesional (Jokin Aperribay, Real Sociedad; Jon Uriarte, Athletic; y Amaia Gorostiza, Eibar) con Josean Querejeta. El conocido empresario guipuzcoano (Lazkao, 1957), una institución en Álava, es propietario del grupo Baskonia-Alavés y también alma mater del equipo de fútbol de Vitoria, que recogió hace años en la vieja 2ªB y ahora pelea junto al Eibar por regresar a la máxima categoría.
Incuestionable su gestión en lo deportivo (acumula éxitos en sus más de 30 años al frente del Baskonia y suma algo más de una década a los mandos del Alavés, al que catapultó a Primera y llevó a una final de Copa), la faceta empresarial de Querejeta está jalonada de proyectos clave para la ciudad de Vitoria. El último, la puesta en marcha de un complejo universitario privado, Euneiz, como primera piedra de toda una ciudad deportiva, sanitaria y empresarial. De momento Euneiz ha arrancado este pasado otoño con algo más de un centenar de alumnos en cuatro grados pero que promete crecimiento para asentarse en el abanico de universidades privadas vascas que encabezan Deusto y Mondragon.
Una apuesta que muestra la ambición de un hombre discreto pese a su popularidad en la ciudad y en Álava en general. Y también su conexión con las instituciones públicas, siempre dispuestas a apoyar sus iniciativas. Jugador de baloncesto profesional en su juventud (jugó en Real Madrid o Joventut de Badalona, verdugo en esta Copa del Rey, además del propio equipo de Vitoria), pese a mantenerse completamente vinculado a este deporte cuenta con una carrera empresarial al margen de la canasta. Arrancó en la década de los 80 con la cadena de dulces y golosinas Gretel, que gozó de sus años de gloria más allá de Euskadi y hoy día venida a menos. Fue la lanzadera para el progresivo desarrollo de su particular imperio, con raíces en el deporte y muy conectado al negocio inmobiliario.
Sí de Lakua a su ciudad deportiva
Pese a haber entrado ya en edad de jubilación para el resto de mortales, Querejeta es el vértice superior de un ambicioso proyecto que sigue el hilo conductor de Baskonia Kirol Hiria y que cuenta también con la bendición de la administración vasca. Están previstas, junto al pabellón Fernando Buesa Arena, una academia de fútbol, instalaciones sanitarias y una aceleradora de empresas, entre otras infraestructuras. Una operación aprobada por el lehendakari Iñigo Urkullu y que contará con el respaldo económico de las instituciones como ya ocurriera en otras aventuras anteriores de Querejeta, como las ampliaciones del ahora Buesa Arena y de Mendizorroza, en las que se han volcado también ayuntamiento gasteiztarra y diputación alavesa.
Esperan por delante retos apasionantes a un empresario reconocido y también controvertido. En lo deportivo, el 'señor de Vitoria' aspira a reverdecer laureles con el Baskonia, que pese a las expectativas no ha podido pasar de cuartos este fin de semana en Copa, mientras el Alavés que preside Alfonso Fernández de Trocóniz continúa inmerso en la pelea por ascender a Primera División y lograr que esta temporada sea un pequeño borrón a la trayectoria de los últimos años. Y eso que cuando Querejeta se hizo con el control de El Glorioso no había dinero ni para balones tras la era Piterman. Hoy hay dinero en la caja, hay una masa social en crecimiento y, sobre todo, y al margen de que en junio se logre o no el objetivo, una estructura de equipo de Primera.