El Grupo Kutxabank cerró 2022 con un beneficio neto de 330,5 millones de euros, lo que supone un 52,7% más que en 2021, tras realizar una contribución fiscal superior a 430 millones de euros, a los que se ha sumado en 2023 el pago del nuevo gravamen a la banca. Este resultado se sitúa 21,6 millones de euros por debajo del alcanzado en 2019, antes de la pandemia.
Según ha informado el banco vasco, su "arraigo y compromiso con la mejora económica y social del territorio" se han completado con los 322,7 millones de euros que han recibido las Fundaciones bancarias accionistas (BBK, Kutxa y Vital) con cargo a beneficios y reservas de ejercicios anteriores.
El Consejo de Administración de Kutxabank ha aprobado, además, la propuesta de destinar de nuevo un dividendo del 60% con cargo a los resultados de 2022, un total de 198,3 millones de euros.
Los resultados de Kutxabank han sido presentados por su presidente, Anton Arriola, y el consejero delegado, Javier García Lurueña, en el marco de la reunión anual de directivos del Grupo, que se ha celebrado esta mañana en el Palacio de Congresos Kursaal de Donostia-San Sebastián. Al encuentro también han acudido los presidentes de las Fundaciones bancarias accionistas y los miembros del Consejo de Administración de Kutxabank y Cajasur.
Arriola ha valorado de forma positiva la capacidad de la entidad a la hora de afrontar las vicisitudes vividas a lo largo de 2022, un ejercicio en el que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha "cambiado totalmente el curso de las previsiones económicas, condicionadas por la elevada inflación, que ha tensionado a familias y empresas, y ha generado una notable ralentización del crecimiento económico".
Mientras los mercados financieros han experimentado una importante volatilidad, que se ha traducido en caídas en las valoraciones de los patrimonios gestionados, el sector de la banca ha continuado "lastrado por la baja rentabilidad, que no permite cubrir el coste de capital, a pesar de la subida de los tipos de interés", ha explicado.
"Hemos iniciado una reflexión estratégica que incide en el crecimiento y en la diversificación de las fuentes de ingresos. No se trata de complicadas operaciones corporativas, que no se vislumbran. Tenemos oportunidades de fortalecer orgánicamente nuestras áreas de negocio, y en algunas ya se contemplan nuevos y ambiciosos planes de expansión. Tenemos también los recursos y las capacidades para afrontar estas oportunidades, sin cambiar nuestro ADN ni nuestra cultura, pero con el objetivo de ir un paso más allá", ha dicho.
Por su parte, el consejero delegado de Kutxabank, Javier García Lurueña, ha destacado "el sólido desempeño comercial del Banco a pesar del contexto, lo que ha permitido reforzar de manera notable sus principales indicadores, como la eficiencia, la solvencia o la ratio de mora, con la gestión personalizada y especialista como una de las claves" de su modelo de negocio.
Las claves del ejercicio
La evolución positiva del negocio típico bancario ha sido determinante en el resultado de Kutxabank. Los ingresos por servicios y por la gestión de activos han continuado creciendo un 1,3%, a pesar de la presión de los mercados. La normalización de los tipos ha impulsado el margen de intereses, aunque se sitúa todavía un 30% por debajo del nivel alcanzado por el propio Banco en el año de su fundación, en 2012.
El negocio de seguros ha mantenido su habitual fortaleza durante todo el año, y ha aportado a la cuenta de resultados un total de 172,6 millones de euros, un 7,7% más que en el ejercicio anterior.
Por otro lado, Kutxabank ha consolidado sus cuotas de mercado en los recursos fuera de balance, a lo que ha contribuido el ritmo "récord" en la captación de nuevo ahorro, con entradas por un valor de 4.094 millones de euros, un 5,5% del total.
A la evolución positiva del negocio se han sumado la mejora de la eficiencia por debajo del 50% y la contención de costes, ya que los gastos de explotación han crecido un 1,4%, muy por debajo del IPC. Ante la incertidumbre que prevalece en el mercado, se ha mantenido el exigente nivel de saneamientos crediticios e inmobiliarios, a los que se han destinado 232,3 millones de euros.
En el último año Kutxabank ha renegociado las condiciones de casi 2.000 préstamos hipotecarios suscritos por personas y familias en dificultades, a quienes se les ha ofrecido la posibilidad de solicitar carencias en el pago de la amortización de créditos, ampliaciones de plazos para hacer más llevaderas las cuotas o las refinanciaciones con múltiples soluciones.