El proceso de ajuste de plantilla de Siemens Gamesa sigue su curso sin ruido. Todo apunta a que las 350 salidas se producirán sin despidos traumáticos y con acuerdo con la mayoría sindical. Pero el proceso va a ser largo y en el camino surgen episodios rocambolescos como el que protagoniza Alberto Marauri, un directivo de la compañía de Zamudio que ha encabezado negociaciones por el lado empresarial y al que ELA ha nombrado recientemente delegado sindical.
El cambio de trinchera traerá cola. Primero porque el salto de la mesa de directivos a territorio sindical, adelantado hace unos días por El Correo, ya es en sí mismo suficientemente llamativo, casi de película. Además Siemens Gamesa está en pleno proceso de ajuste de plantilla y, en este caso, Marauri está entre los elegidos para abandonar la compañía. El despido se comunicó este mismo martes, según ha podido saber Crónica Vasca, si bien desde el fabricante de piezas para aerogeneradores se precisa que el nombre de Marauri ya estaba en el ERE antes de pasar a las filas de ELA.
Es decir, su posición (es responsable de recursos humanos en el área onshore) estaba afectada por el ERE, tal y como remarcan desde la compañía con sede en Zamudio. No cabrían por tanto lecturas de otro tipo en la decisión de despedir a Marauri a pesar de solaparse en el tiempo su entrada en ELA y su despido, defiende la eólica. Hay que recordar que la persecución o represalias por motivos sindicales es una de las causas principales de nulidad de los despidos en el derecho laboral, por lo que habrá que ver si la central que dirige Mitxel Lakuntza opta por hacer casus belli del asunto o lo deja correr.
En este punto es importante que Marauri no forma parte como tal del comité ya que no ha sido de momento elegido en proceso electoral sino que su nombramiento responde a la figura del delegado sindical, una especie de portavoz de la sección sindical que existe en empresas de más de 250 trabajadores.
El caso ha causado impacto entre la plantilla por lo llamativo del mismo, así como la confirmación de su salida en el día de ayer. Su condición de directivo hace además que no esté clara la fórmula en que Marauri dejaría la empresa, si es bajo el paraguas general que negocian los sindicatos o con una serie de condiciones pactadas individualmente. Él mismo ha sido negociador por parte de Siemens Gamesa y buscaba ahora, tras rechazar la prejubilación, ejercer de voz de la plantilla tras la oleada de ajustes acumulados en los últimos años.
Unidad de eólica marina
Además, Siemens Gamesa anunciaba ayer la creación de una unidad de eólica marina, la primera en España, ubicada a caballo entre Zamudio y Pamplona. En ella trabajarán medio centenar de personas que recibirán formación específica para este tipo de estructuras con unas condiciones muy diferentes a los molinos de tierra. Aun no se ha aclarado de qué forma se repartirán los profesionales entre estos dos centros de trabajo, si bien la idea es que el equipo vaya creciendo en los próximos años.
Aunque de momento se anuncia como una unidad de apoyo a los parques marinos del norte de Europa, es una realidad que Siemens Gamesa está llamada a jugar un papel en el desarrollo de la eólica offshore en España, un terreno aun por explorar pero para el que el Gobierno de Pedro Sánchez ya ha reservado 5.000 kilómetros cuadrados principalmente en las costas gallegas y asturianas, andaluzas y de los archipiélagos canario y balear.