Más pronto que tarde, en la carrera por la descarbonización alentada por Naciones Unidas con su objetivo de que en 2050 las operaciones de vuelo internacionales no produzcan emisiones contaminantes, nos encontraremos con nuevas formas de viajar, también en el transporte aéreo. Y es que el sector aeronáutico español está iniciando ya su transformación impulsado por los fondos europeos, que están dando alas a nuevos proyectos centrados en reducir la contaminación de las aeronaves para hacerlas más eficientes y sostenibles a través de la utilización de combustibles alternativos para su propulsión.

Bajo esta premisa, ITP Aero ha anunciado su participación en la construcción del primer avión construido en España propulsado por hidrógeno. La compañía vasca de aeronáutica liderará un consorcio nacional, en el que Destinus, Ajusa, Aerotecnic y la firma vasca de aeronáutica trabajarán de la mano y con el apoyo de centros tecnológicos y universidades pertenecientes a sus redes de colaboración, como Tecnalia, INTA y el Centro Nacional del Hidrógeno, para hacer realidad este proyecto.

Las fechas de desarrollo ya están marcadas en el calendario. Las pruebas, que deberán realizarse a cielo abierto para evitar los riesgos que conlleva el uso del hidrógeno en espacios cerrados, se realizarán, previsiblemente, a mediados de 2025, en el banco de ensayos que el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) construirá en sus instalaciones de Torrejón de Ardoz.

ITP Aero desarrollará motores para aviones propulsados con hidrógeno.

Desarrollo tecnológico

El proyecto, enmarcado dentro del Plan Tecnológico Aeronáutico diseñado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación de España (CDTI), ha sido presentado bajo el nombre ‘Criogenia, pilas y combustión de hidrógeno en el transporte aéreo’ y contará con una inversión de 12 millones de euros cofinanciados mediante una subvención del Gobierno español (PTA) y los fondos Next Generation de la Comisión Europea.

Por un lado, se centrará en desarrollar la tecnología necesaria para transformar el hidrógeno líquido, criogenizado a 250 grados centígrados bajo cero, en hidrógeno gaseoso para poder inyectarlo en el motor tras desarrollar intercambiadores de calor poco pesados que permitan utilizarlo en una turbina de gas.

Por otro lado, de forma paralela, se realizarán los primeros ensayos de modificación de un motor ya existente para que pueda operar introduciendo hidrógeno. Primero lo hará con una mezcla de gas natural e hidrógeno, lo que permitiría avanzar hacia una futura propulsión con hidrógeno 100 %. Asimismo, se trabajará para crear un sistema de propulsión mediante una pila de combustible y un elemento propulsor, bien sea una hélice o un compresor, que pueda generar electricidad.

Trabajador ITP Aero. / EP

Para Jaime Fernández Castañeda, director de Desarrollo de Tecnología e Investigación de ITP Aero, “estamos ante un gran hito tecnológico” y “poder hacerlo aquí, con nuestro conocimiento y experiencia, es muy importante”, advierte. Y es que según las previsiones, los motores propulsados por hidrógeno podrían alcanzar cuotas de mercado del 18 %. Además, vaticina un “efecto tractor” con la creación de unas instalaciones en el INTA capaces de ensayar motores con hidrógeno, que podrán servir como reclamo para otros proyectos, posicionando así al sector aeronáutico español en la vanguardia europea con ensayos de motores de hidrógeno. “Se trata de un claro ejemplo de éxito de colaboración público-privada", destaca.

Las características del hidrógeno

La aviación es responsable del 2,5 % de las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial. En la actualidad, los aviones utilizan queroseno, altamente contaminante, pero su sustitución por hidrógeno es una alternativa más sostenible y están estudiando cómo incorporar un depósito de hidrógeno en una aeronave, ya que aunque un depósito de hidrógeno pesa una tercera parte menos que un depósito de queroseno, ocupa diez veces más en estado gaseoso o cuatro veces más en estado líquido. Compañías como Airbus, que se ha marcado 2035 como fecha de lanzamiento de su primer avión de hidrógeno, o Rolls-Royce, que está diseñando ya los primeros motores con hidrógeno como combustible, dan pistas de cómo va a ser el transporte aéreo del futuro.

En el caso de ITP Aero, el motor que construirá será válido para aviones de corto y medio alcance, del tipo Airbus A320, porque hay que tener en cuenta que los viajes de largo recorrido, que se realizan en aviones de largo pasillo, necesitarían tanta cantidad de combustible que no sería posible almacenarlo en la nave y su aerodinámica no sería eficiente, por lo que deberán optar por los combustibles SAF.