El sector aeroespacial vasco vive un momento dulce repleto de oportunidades tras el reparto de los fondos europeos. Es un “buen momento” para invertir en él, tal y como destaca Ana Villate, presidenta de Hegan, Basque Aerospace Cluster. Satlantis anunciaba a finales 2022 su liderazgo en un proyecto de investigación de la Agencia Espacial Europea (ESA) en colaboración con la firma finlandesa Iceye, con el que la compañía vizcaína pretende revolucionar los sistemas de observación del planeta Tierra.
Y ahora, en esta órbita de muevas oportunidades para la aeronáutica vasca, destaca el papel de Sener Aeroespacial y Defensa, parte del grupo de ingeniería y tecnología Sener, fabricante de tres de los componentes del satélite que se lanza hoy con destino a Júpiter en la misión JUICE (Jupiter Icy Moons Explorer), dirigida por la Agencia Espacial Europea (ESA) en colaboración con la NASA. Y es que la carrera espacial se dirige ahora hacia Júpiter, el planeta más grande del sistema solar. Con el lanzamiento de este satélite, la ESA quiere conocer la superficie, atmósferas y campos gravitatorios de este gigante planeta gaseoso y su interacción con sus lunas heladas, Europa, Calisto y Ganímedes, que albergan agua bajo su superficie.
La misión tendrá una duración inicial de ocho años ya que el satélite partirá hoy desde el Puerto Espacial Europeo, ubicado en la Guayana Francesa, a bordo de un cohete Ariane 5 (de un único uso), y realizará observaciones a su llegada a Júpiter, prevista para el año 2030.
Tecnología vasca
Concretamente, Sener ha sido responsable del diseño, fabricación, verificación e integración del mástil del satélite, el mástil desplegable más largo que se ha realizado para un proyecto de la ESA hasta la fecha, ya que el mástil del satélite dispone de hasta 10,6 metros de longitud. Su objetivo es alejar de las interferencias magnéticas de la nave.
Además, desde la ingeniería vasca han desarrollado el subsistema de la antena de media ganancia MGAMA (Medium Gain Antenna Main Assembly), que incluye los reflectores principal y secundario de la antena, así como el alimentador, un mástil o boom, las juntas rotatorias, el mecanismo de apunte, la electrónica de control y todo el cableado de interconexión.
Para ello ha contado con la colaboración de Goimek, la empresa de mecanizados de alta precisión y grandes mecanizados que forma parte del grupo vasco Danobatgroup. Y es que la cooperativa vasca ha fabricado el reflector principal del modelo de vuelo de esta antena, fabricado a partir de titanio con unas tolerancias geométricas de altísima precisión. Además ha construido los struts y el subreflector, elementos auxiliares necesarios para el correcto funcionamiento del sistema de telecomunicaciones de la antena.
El subsistema de la antena, en su conjunto, es un componente clave para la comunicación entre el satélite y las estaciones en tierra, ya que permitirá enviar información y recibir las órdenes del centro de control. Además, jugará un "papel fundamental" en los experimentos de radio-ciencia, que ayudarán a investigar las propiedades geodésicas y geofísicas de Júpiter y de sus lunas, en concreto de Ganímedes.
Entre los principales retos que Sener y Goimek han encontrado para la construcción de este componente destacan las extremas condiciones de radiación del entorno de Júpiter que afectarán a la antena, al ser un equipo localizado en el exterior del satélite. Además, la misión se verá sometida a temperaturas extremas, pues debe pasar por Venus para conseguir la asistencia gravitacional que necesita para llegar a su posición final, por lo que experimentará tanto las altas temperaturas de Venus como el ambiente helado de Júpiter.
Soporte en tierra
Asimismo, Sener será responsable de suministrar a la ESA equipos mecánicos de soporte en tierra (MGSE) para realizar el ensamblaje y las pruebas del conjunto de los paneles solares del satélite. La ingeniería vasca ha formado parte también en el desarrollo de dos componentes más de la nave. En JANUS (Filter Wheel Module, FWM), que es la cámara de media-alta resolución espacial y espectral que adquirirá imágenes de la atmósfera de Júpiter y de la superficie de las lunas heladas para conocer su composición y estructura. Y en la fuente de alimentación de GALA, un altímetro láser que permitirá comprender la tectónica del hielo a partir de datos topográficos, así como la estructura del subsuelo por la respuesta de las mareas, y la rugosidad y el albedo de la superficie a pequeña escala.