MásMóvil y Orange siguen dando pasos hacia adelante para su fusión, a pesar de no haber recibido aún el beneplácito por parte de la Comisión Europea. Fue en julio de 2022 cuando la operadora española y la compañía francesa anunciaron su deseo de constituir una joint venture al 50% que, según el mercado estaría valorada en 18.600 millones de euros. Tras notificar su acuerdo a Bruselas, ambas firmas deben seguir operando de forma independiente mientras esperan que ésta emita su dictamen con respecto a dicha operación.
No obstante, MásMóvil y Orange han decidido crear una sociedad holding como paso previo a formalizar la joint venture. Y esta nueva sociedad, creada a finales de 2022 bajo el nombre de Didcot ITG SL, acaba de formalizarse como sociedad holding en abril bajo el nombre de Kili JVCO Spain SL, tomando la denominación que ambos operadores asignaron al proyecto interno de la transacción. De esta forma, ambas teleoperadoras se preparan para llevar a término su fusión, operación avalada por un acuerdo vinculante entre ambas partes, pero que aún debe recibir el permiso de la Comisión Europea.
El organismo europeo ha solicitado una primera prórroga de la fecha límite que le permitiría retrasar su veredicto al mes de septiembre, con el objetivo de poder llevar a cabo un pormenorizado análisis sobre el impacto que podría tener esta operación en el mercado español, ya que la fusión de MásMóvil y Orange lo convertiría en el mayor grupo de telecomunicaciones con cerca de 31 millones de clientes y existe el temor de un posible alza de precios, si bien ambas compañías aseguran que eso no sería posible a causa de la fuerte competencia que atraviesa el sector de telefonía en España.
Apoyo de fondos de capital riesgo
Ahora, el nuevo holding entre MásMóvil y Orange, denominado Kili JVCO, cuenta con el apoyo de los fondos de capital riesgo propietarios de la mayoría accionarial de Másmóvil -KKR, Cinven y Providence- y tiene su domicilio social en Alcobendas, sede de MásMóvil. Su socio único es Lorca JVCO Limited, la matriz del grupo propietario de MásMóvil, Yoigo o Euskaltel con sede en Londres. Además, su consejo de administración está formado por Jorge Lluch, de KKR; Stefano Bosio, de Providence Equity Partners; y Miguel Segura Martín, de Cinven; y Alberto Castañeda como secretario del órgano de decisión del grupo Másmóvil t de Kili JVCO.
Ahora, una de las principales preocupaciones de MásMóvil es conocer las condiciones que podrían imponer a la joint venture desde Bruselas para autorizar su fusión con Orange, que podrían consistir en obligarles a llevar a cabo una venta de activos o a ceder sus redes de fibra y móvil a sus competidores low cost a un precio ventajoso.
Mayor competencia
Mientras tanto, ambas compañías prosiguen compitiendo en el mercado de las teleoperadoras de forma independiente. MásMóvil lo hace en un momento de dificultad, ya que acaba de presentar sus resultados del primer trimestre de este año, en el que ha registrado pérdidas de 57,1 millones de euros, un 43 % más que en el mismo período del año anterior. En el apartado de ingresos por servicios, creció un 4 % hasta alcanzar los 610 millones, pero la facturación total aumentó apenas un 1 % hasta los 740 millones, por la dura competencia de la irrupción de nuevas teleoperadoras lowcost, como Digi, Avatel o Finetwork, y el pinchazo en su división de energía, donde opera con varias comercializadoras, como MásMóvil Energía o EnergyGo.
El grupo MásMóvil, dirigido por Meinrad Spenger, que comercializa marcas como Yoigo, PepePhone, Euskaltel y la propia MásMóvil, contaba con 15,4 millones de líneas a 30 de marzo, lo que demuestra que la compañía siguió sumando clientes, pero a menor ritmo que en 2022. El grupo invirtió 97 millones de euros en infraestructuras y su resultado operativo bruto (ebitda) alcanzó los 286 millones de euros en el primer trimestre de 2023, un 3% más, mientras que su deuda alcanzó los 6.442 millones de euros.