Este lunes Siemens Energy presentaba los resultados de su segundo trimestre de 2023, periodo en el que ha logrado redurcir sus pérdidas hasta los 189 millones de euros pero que continúan lastrados por el negocio eólico, en especial por los números de Siemens Gamesa.
La diferencia respecto a los resultados del mismo periodo del año pasado es notable. Mientras que en el segundo trimestre Siemens Energy registró unas pérdidas de 256 millones, este trimestre las pérdidas se sitúan en 189 millones. Este descenso de pérdidas se debe, en gran medida, a un incremento en los pedidos del 56,3%, hasta los 12.256 millones de euros. Pedidos entre el que destaca uno de 1.700 millones de euros a Siemens Gamesa en Reino Unido. Así, los ingresos del periodo se han situado en 8.028 millones, casi un 24% más que en el segundo trimestre de 2022.
"Los fuertes pedidos confirman nuestro muy buen posicionamiento en los mercados de tecnologías de transición energética, como la generación y transmisión de energía. Nuestras perspectivas ajustadas reflejan la fuerte demanda, así como el entorno de mercado continuamente desafiante en la industria eólica", ha anunciado Christian Bruch, presidente y CEO de Siemens Energy.
Estos resultados trimestrales han provocado un descenso en las previsiones de la compañía para el cómputo del año fiscal. Tras ellos, la multinacional ha anunciado un margen de beneficios del 1% al 3%, debido a los malos resultados de Siemens Gamesa en el primer semestre y un crecimiento de entre el 10% y el 12%.