El máximo dirigente de UGT-Euskadi, Raúl Arza, sale al paso de las acusaciones de sindicatos como ELA o LAB en relación a la firma del último acuerdo salarial en Madrid y recuerda que la banda fijada en el AENC (Acuerdo de Empleo y Negociación Colectiva) no es un obstáculo para que en empresas y sectores se puedan alcanzar subidas más altas.
En una jornada sobre nuevas realidades del mercado de trabajo junto a Cristina Estévez, secretaria de Política Institucional de UGT, y Fernando Luján de Frías, vicesecretario general del sindicato, Arza quiso poner de relieve "la hoja de servicios" de su organización. "Los avances para los trabajadores generalmente vienen de la mano de UGT y del diálogo social", dijo el sindicalista vasco, que señaló al acuerdo para subir el salario mínimo o la nueva reforma laboral aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez.
"Algunos tratan de desacreditar esa reforma diciendo que la mayoría de los contratos en Euskadi son fijos discontinuos, pero los datos son claros. El 50% de los contratos indefinidos que se han hecho en Euskadi, más de 250.000, en el tiempo con la reforma laboral en vigor son indefinidos a jornada completa", señaló.
En materia de pensiones, además, desde UGT se defendió la viabilidad del sistema pese a las subidas ligadas al IPC, afirmando que en los momentos de mayor tensión para la caja de la Seguridad Social, entre 2040 y 2050, no se rebasará el listón de gasto del 15% sobre el PIB.
Por otro lado Arza destacó la aportación de UGT en la negociación de los principales convenios sectoriales de Euskadi, caso del último acuerdo en el Metal de Gipuzkoa, "independientemente de los compañeros de viaje".