El fabricante de tubos Tubacex deja atrás definitivamente el periodo convulso que rodeó a la pandemia, con un largo y bronco conflicto laboral incluido, y trimestre a trimestre ofrece cifras cada vez mejores. El beneficio en el primer trimestre fue de 10 millones de euros, con lo que a final de año el resultado, si todo va bien rondará los 40 millones, el doble que en 2022. Además el buen número de pedidos el año pasado engorda la cartera hasta niveles históricos con 1.650 millones de euros.
Uno de esos nuevos encargos cosechados el pasado ejercicio llegaba a través de la compañía nacional de petróleo de Emiratos Árabes Unidos (Adnoc) para el suministro en Abu Dabi de más de 30.000 toneladas de tubos durante diez años. Con un valor superior a 1.000 millones de euros, la firma que dirige Jesús Esmorís anunciaba hace justo un año el mayor contrato de su historia y, según ha comunicado este mismo miércoles en la comparecencia previa a la junta de accionistas el propio Esmorís, la construcción de la nueva planta vinculada a este pedido está ya en marcha.
A esa inversión, vital para el posicionamiento de la compañía alavesa en Oriente Medio, ha ido destinada buena parte de la salida de caja en el primer trimestre con vistas a que la nueva factoría puede estar operativa ya el año que viene. Se amplía así el abanico de nuevas instalaciones productivas en el extranjero tras las culminadas en 2021 y 2022 en Estados Unidos, Guyana, Kazajistán y Brasil.
Desvío de inversiones
La firma con cuartel general en Llodio se mostraba además crítica con la situación energética en Europa, en especial el gas, dejando claro que hace tiempo que las inversiones se centran en América o Asia precisamente para evitar riesgos en caso de que la facture se dispare. "Estamos perdiendo competitividad, la transición energética nos está costando dinero", señalaba el presidente de la compañía, Francisco Javier García Sanz.
Tubacex sigue inmersa en su proceso de diversificación para reducir la dependencia del mercado oil-gas, en especial el petróleo, y abriendo puertas en nuevas energías verdes como el hidrógeno o la captura de CO2. La firma alavesa logró un volumen de nuevos pedidos récord el año pasado destacando en Europa el contrato con la noruega Aker para el suministro de materiales para una plataforma offshore.
En la junta de accionistas celebrada en el Palacio Euskalduna se rubricaba destinar a dividendo el 40% del resultado de 2022 (algo más de 8 millones) y, entre otras cuestiones, la entrada en el consejo como independiente de Gracia López Granados.