Un nuevo proyecto impulsado por Azti y la empresa Balfegó pretende devolver peso a la pesca de atún rojo en Euskadi mejorando la calidad y el tamaño de sus ejemplares ante la creciente demanda de atún a nivel internacional, especialmente en Asia, impulsada por los nuevos hábitos alimenticios y el éxito del sushi.
“El atún rojo ha sido una especie que ha estado bastante regulada en cuanto al volumen de capturas permitido porque existe un problema de sostenibilidad, ya que los estudios científicos establecían la necesidad de llevar a cabo medidas de precaución para evitar su desaparición, pero ha ido mejorando su stock y mercados como Japón han experimentado una gran demanda. Es un producto que se ha revalorizado mucho”, indica Rogelio Pozo, director de Azti.
En 2021, Azti se aliaba con la empresa Balfegó, de Tarragona, con el objetivo de experimentar nuevas técnicas de acuicultura que permitan realizar el engorde de atún rojo en aguas vascas. Recientemente, el centro vasco de investigación y esta empresa familiar catalana, referente a nivel mundial, han solicitado permiso para poder sumergir dos jaulas en la costa de Gipuzkoa, frente al puerto de Getaria, tal y como Pozo revelaba a Crónica Vasca. Se trata de un proyecto experimental, en el que prevén invertir dos millones de euros, y que permitirá iniciar labores de engorde de atún rojo.
Ambas jaulas, de 50 metros de diámetro cada una, han sido probadas ya en el Mediterráneo, serán sumergibles y no flotantes, y estarán amarradas al lecho marino para poder soportar el fuerte oleaje del Cantábrico. Además, para evitar problemas de desplazamiento hasta las jaulas, se concentrará la alimentación de los ejemplares entre los meses de junio, cuando se produce la captura, y octubre, cuando se procede a su sacrificio, procesamiento y comercialización.
Pruebas en 2024
En la actualidad, “la flota vasca dispone de mil toneladas anuales de derechos de pesca de atún rojo. Sin embargo, en este momento estos derechos se están vendiendo y muchos ejemplares se están capturando en el Mediterráneo, fundamentalmente, donde se está haciendo cultivo de atún rojo en jaulas. Allí se les alimenta durante un tiempo para mejorar su calidad en grasa, y también para regular el mercado, porque al igual que pasa con la anchoa, en poco tiempo pescamos muchas toneladas y de esta forma conseguimos regular la oferta para ir sacándola en función de las necesidades, lo que permitiría obtener un mejor precio de este producto”, explica Pozo.
Esta nueva técnica supondría, además, una completa transformación de la pesca tradicional de atún rojo, con el objetivo de hacerla más sostenible y segura, pues, según el informe elaborado por Itsasbalfegó -la sociedad creada entre Balfegó y Azti- y presentado al área de Pesca del Departamento de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, sería necesario realizar la captura de ejemplares con barcos de cerco en vez de mediante cebo vivo para posteriormente ser cultivados en mar abierto dentro de jaulas.
Según ha avanzado Pozo, el proyecto de Azti y Balfegó sigue el calendario previsto. “Como son dos jaulas fijas que podrían afectar a la navegación ya hemos solicitado permiso a Costas y a Capitanía Marítima. Una vez obtenido, dentro de seis u ocho meses, en un mes podríamos colocarlas. Luego necesitaríamos conseguir que la red de cerco sea una modalidad de pesca autorizada, por lo que en cuanto tengamos el permiso de la Administración podríamos seguir adelante”, detalla.
Sus cálculos predicen que a finales de año o principios del que viene podrían estar ya preparadas las jaulas dentro del agua con el objetivo de que las pruebas se desarrollen en 2024. Primero con un centenar de ejemplares, y, si todo va bien, lo escalaríamos a 1.500 ejemplares de cien kilos cada uno, de cara a poder contar con una producción comercial operativa en 2025”, advierte.