La expansión del Puerto de Bilbao se está convirtiendo en el caballo de batalla de Ricardo Barkala. El presidente de la Autoridad Portuaria mira hacia el espigón central como tabla de salvación tras guardar dentro de un cajón el proyecto de instalación de dos plataformas logísticas en el Serantes. Un planeamiento que requeriría cortar el emblemático monte, por lo que, en vista del impacto ambiental que supondría, debería contar con un estudio ambiental más pormenorizado que analice las consecuencias que tendría en el entorno dicha actuación, tal y como acaba de determinar la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Esta resolución echa por tierra la petición de la Autoridad Portuaria de Bilbao de elaborar una evaluación ambiental simplificada con el objetivo de iniciar los trabajos cuanto antes. Una piedra en el camino en la premura por crecer del Puerto pues, el tener que seguir el procedimiento de evaluación ambiental ordinario podría demorar el proyecto, como mínimo, durante dos años más. Una previsión realizada siempre y cuando el estudio resultase favorable y el proyecto fuese aprobado a pesar de la oposición mostrada por los Ayuntamientos de Zierbena y de Santurtzi, además de las reticencias de otros organismos.
La ubicación geográfica del Puerto de Bilbao le impide seguir creciendo hacia el monte Serantes, que se erige como barrera natural inexpugnable e intocable por el arraigo que este montículo de sólo 452 metros tiene en toda Bizkaia, protagonista de la tradicional Romería de Cornites y otros actos y excursiones populares. Y es que el proyecto de la autoridad portuaria para instalar dos plataformas logísticas en la ladera norte de dicho monte, perteneciente a Zierbena, se ha topado con la negativa por parte de los habitantes de la zona y ha recibido críticas por parte de diversos grupos ecologistas.
Un monte muy querido en Bizkaia
La construcción de estas plataformas a la altura de El Kalero afectaría a 148.700 metros cuadrados de la ladera del monte y conllevaría la extracción de más de 2 millones de metros cúbicos de tierra. Además, sería necesario llevar a cabo la urbanización de un vial para conectar ambas plataformas con la carretera más próxima existente en las inmediaciones, la N-639 (Santurtzi-Zierbena).
Además, a falta de un análisis detallado de la vegetación y la fauna afectada, el Servicio de Patrimonio Natural de la Diputación Foral de Bizkaia señala la posible afección del proyecto sobre lugares de nidificación de especies de fauna amenazada como el búho real y el halcón peregrino, que nidifican en las cercanías de las plataformas logísticas proyectadas.
Asimismo, el Ayuntamiento de Zierbena advierte de que la afección en la atmósfera considerada como “temporal” por parte del Puerto, sería en realidad permanente, ya que los municipios de Zierbena y Santurtzi se verían “perjudicados por las mayores emisiones de partículas PM10, CO2 y NOX asociadas al incremento del tráfico en las nuevas instalaciones”.
En representación de Santurtzi, el Ayuntamiento de la localidad marinera presentaba en mayo de 2022 una moción impulsada por EAJ-PNV y PSE-EE y aprobada por todos los partidos políticos con representación en la que el Consistorio mostraba su “oposición y contundente rechazo” a los planes de expansión del Puerto en el monte Serantes, “el mayor patrimonio natural del que se dispone en Santurtzi”. Tal y como indica el texto de la moción, dicha actuación “supondría un menoscabo importantísimo en la calidad de vida de los vecinos, no sólo de Santurtzi sino de todo el entorno”.
Una zona de “gran fragilidad visual”
Por su parte, el Ayuntamiento de Zierbena, el principal afectado, ha presentado un informe contrario a lo expuesto en el documento ambiental presentado por el Puerto de Bilbao, en el que señala que la ladera norte del Serantes “no se encuentra alterada o antropizada, salvo la incidencia producida por la implantación de las infraestructuras de oleoductos y gasoductos existentes, que se encuentran parcialmente recuperadas por el paso del tiempo”.
Además, destaca “la inadecuación de la ladera para la implantación de plataformas logísticas o industriales, dada la elevada pendiente media (42 %) de la misma y las importantes pendientes de los viales previstos (10 %) para el tránsito de grandes camiones pesados con limitada maniobrabilidad”. En este sentido, el Consistorio de Zierbena considera que de “entre las cuatro alternativas propuestas por el Puerto de Bilbao, resulta sorprendente que resulten elegidas aquellas que plantean mayor volumen de excavación y movimiento de tierras, en contra de las medioambientalmente más adecuadas”.
Desde el Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural de la Diputación Foral de Bizkaia indican que el proyecto afectaría a una ladera de elevada pendiente y, en consecuencia, provocaría su completa alteración geomorfológica, con la generación de unos desmontes de más de 60 metros de altura. Además, dicho departamento destaca que “la permeabilidad ecológica del ámbito es compleja y se encuentra actualmente en proceso de regresión, habiéndose superado ampliamente su capacidad de acogida ambiental para nueva artificialización”.
En este sentido, indican que “esta actuación se sumaría a las importantes alteraciones paisajísticas que se han ido introduciendo en las últimas décadas en el Monte Serantes y en Punta Lucero, provocando un impacto paisajístico acumulativo por ocupación de suelo natural”. Por eso, hablan del “potencial impacto acumulativo sobre el paisaje, ya que la ejecución del proyecto provocaría la completa alteración geomorfológica de la ladera del Monte Serantes, calificada dentro del Plan Territorial Parcial de Bilbao Metropolitano como de muy alta fragilidad visual”. Por todo ello, la Diputación concluye que “no es posible compensar este impacto acumulativo y que la única medida eficaz sería evitar nuevas ocupaciones en dicho territorio”.