Parece que las aguas se van calmando y el conflicto de Michelin ha terminado. Sin embargo, los sindicatos ESK, ELA, LAB y CGT mantienen el pulso por su desacuerdo con la aprobación el pasado viernes del nuevo convenio, pese al 'no' de Vitoria.
Por ello, este miércoles, los sindicatos que se han mostrado contrarios a la propuesta de la dirección de Michelin, se concentraban en la puerta principal de la fábrica en señal de protesta. De hecho, el propio miércoles, representantes del Comité Intercentros y de la empresa Michelin España y Portugal SA formalizaban en Valladolid la firma del nuevo convenio colectivo, que regirá las condiciones de los más de 6.600 trabajadores totales y estará vigente entre 2023-2026.
De esta manera, ESK, ELA, LAB y CGT han querido reiterar su rechazo al nuevo convenio y acusan a CCOO, UGT y CSI-f de “desoír el sentir de la plantilla de Vitoria” tras haber firmado un convenio que consideran “insuficiente”. “No es lo que merecemos”, escriben desde ESK en un comunicado.
También hacen referencia al Comité Intercentros que, desde el punto de vista de estos cuatro sindicatos, “perjudica a la fábrica de Vitoria y limita para alcanzar las mejoras por las que hemos demostrado estar dispuestos a pelear”. En este sentido, aseguran que, tras las múltiples peticiones, se comprometen “a valorar posibles acciones a realizar al respecto”.
Asimismo, han querido agradecer la solidaridad y el apoyo a todas las personas que han acudido a las movilizaciones de las últimas semanas y aseguran que “la unión mostrada” les da más fuerza para continuar luchando.
La plantilla de Vitoria rechazó la semana pasada la oferta con un 65% de los votos en contra, mientras que el resto de plantas —Aranda de Duero, Valladolid y Almería— votaron a favor. Se tuvieron en cuenta los votos del conjunto de las cuatro factorías, por lo que el convenio salió adelante con un 56% de los votos.
Oferta en Lasarte
La planta de Michelin Lasarte negocia su propio convenio, pero desde ELA llaman a los trabajadores a votar 'no' a la oferta de convenio que se votará este jueves en la planta guipuzcoana.
Desde el sindicato aseguran que la oferta que plantea la empresa “es la misma que la mayoría sindical aprobó en el intercentros”. Por tanto, la consideran “insuficiente” y creen que se trata de un “chantaje que la plantilla debe rechazar en un referéndum sin garantías”.
ELA denuncia que esta propuesta no tiene en cuenta el poder adquisitivo perdido en años anteriores. “No hay garantía de IPC real, ni del sistema retributivo de los mensuales, no modifica el plan de ingreso, ni garantiza lo solicitado para el salario mínimo de ingreso", señalan desde el sindicato.
La empresa plantea una paga de 1.500 euros no consolidables y diferentes incrementos salariales condicionados a la evolución del IPC.
Por todo ello, piden a la plantilla que rechace esta oferta y luchen por un “convenio con garantías”.