Los campeones ocultos de la economía vasca, bajo la lupa
Un informe recién publicado desvela la necesidad de una "mayor protección" para los llamados "líderes en nichos de mercados internacionales", empresas poco conocidas pero imprescindibles para la economía de Euskadi
25 junio, 2023 05:00El mundo está llena de curiosidades. Y eso incluye la estructura económica vasca. Las empresas clave en el desarrollo y proyección de Euskadi son las más desconocidas para el gran público. Su nomenclatura oficial es "líderes en nichos de mercados internacionales". El apodo: campeones ocultos. Como los microorganismos en los océanos o los hermanos medianos en las familias de tres hijos, fueron capaces de hacerse hueco sin ruido y desde hace tiempo cumplen un papel imprescindible. En su caso, dentro de negocios industriales muy definidos, fabricando y ofreciendo soluciones intermedias necesarias para que otras compañías elaboren productos finales y se luzcan. Puede que algunas nunca alcancen la fama, pero tampoco lloran y sí facturan.
Bart Kamp, principal investigador de Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad sobre este modelo empresarial, lo sabe bien. La revista estadounidense 'Emerald Science' acaba de publicar su último estudio, elaborado en colaboración con el experto Iñigo Ruiz de Apodaca. El informe actualiza la radiografía de los campeones ocultos de Euskadi y desmenuza sus principales desafíos, que también los tienen pese a ser compañías sólidas y de largo recorrido. De hecho, el número de líderes vascos en nichos de mercados internacionales apenas ha cambiado en los últimos años. Son 46, frente a los 112 que suma el resto de España. Una cifra explosiva que hace de ellos referente para el resto de comunidades autónomas y buena parte de Europa.
Aportaciones y resultados fuera de serie
Los campeones ocultos vascos forman parte del top 3 mundial u ocupan la primera posición en su género a nivel europeo. Compañías medianas mirando a los ojos a grandes estructuras extranjeras, gracias a sus muchas cualidades. Son “claros propulsores de la innovación” y, a la vez,“baluartes de la continuidad y calidad en un mundo cada vez más volátil”: la mayoría tienen carácter familiar o cooperativo, conservan los centros de decisión en casa, forman entornos de trabajo con altos niveles de satisfacción y garantizan lealtad a sus clientes.
También favorecen el equilibrio territorial, ya que por su actividad suelen instalarse fuera de los núcleos urbanos y por tanto generan empleos de alta cualificación más allá de las ciudades. Y además, les va genial con la exportación. Como al operar en sectores muy definidos no siempre encuentran demanda en el mercado doméstico, buscan rápidamente clientes en el extranjero. Los buscan y encuentran.
Dos tercios de las compañías sujetas al análisis lanzan nuevos productos al mercado con muchísima más frecuencia que sus principales competidores
La conclusión más inmediata es que los campeones ocultos presentan “unas aportaciones y resultados fuera de serie”, pero también resulta perentorio destapar los desafíos a los que se enfrentan. Para ello, Kamp ha puesto la lupa sobre 20 de esas 46 empresas vascas.
La muestra representativa incluye fabricantes de válvulas de gasoil, tubos inoxidables, cadenas marinas, componentes electrónicos, forja, maquinaria… con unas ventas anuales que se sitúan entre 10 y 600 millones de euros con una fuerte inversión en I+D. De hecho, dos tercios de las compañías sujetas al análisis lanzan nuevos productos al mercado con muchísima más frecuencia que sus principales competidores. Eso las convierte en referentes, cuando no auténticas pioneras, de sus nichos.
"Competir sin patentes"
Ahora bien, y aquí empiezan los retos, la fuerte vocación innovadora tiene su cruz. Los campeones ocultos vascos tienen tan naturalizado este ejercicio de sacar una solución tecnológica tras otra por la vía de la práctica diaria, y sus relaciones con los clientes rezuman tal familiaridad, que en demasiadas ocasiones se les pasa por alto patentarlas. No ven la necesidad o no les parece el movimiento más prioritario. La principal consecuencia es la falta de protección. El riesgo consiguiente, perder ventaja competitiva y que otras empresas del sector les coman terreno. Toda una alerta en estos momentos de incertidumbre internacional que Kamp ha sacado a la luz.
"Dijo Johan Cruyff cuando entrenaba al FC Barcelona que los vascos son valientes, que no tienen miedo a nada. Curiosamente, ese rasgo que vio en los jugadores vascos es una característica que traspasa las fronteras del futbol profesional. Lo vemos en estas empresas". La anécdota deportiva rescatada por el investigador viene de perlas para resumir, a modo de símil, el hallazgo realizado: los campeones ocultos de Euskadi "meten muchos goles gastando en I+D+I, pero no refuerzan las acciones defensivas para que no se los anulen".
Euskadi, tierra fértil en campeones ocultos, necesita abono para seguir marcando la diferencia
Competir sin miedo y sin registros, con el "patadón y palante" de Clemente tiene riesgos. Por eso, Kamp anima a estas empresas a "ser más consistentes en el desarrollo de su cartera de patentes y su gestión de la propiedad intelectual". Igualmente, tiene palabras para las instituciones públicas. Aunque por lo general "la administración está cerca" de este tipo de compañías, el investigador le insta a orientar a los campeones ocultos hacia medidas firmes que protejan las invenciones y apoyarlos en las estrategias de gestión de sus intangibles. "Luchar a pecho descubierto y sin amarrar las armas puede ser idóneo para un deporte de alto riesgo, pero no lo es para entrar en un deporte de alta competición. 'Si tú tienes la patente, el otro no puede marcar', habría dicho Cruyff".
Protección del arraigo
Toca abrir ojos, en este y otros desafíos. Kamp advierte de que el perfil de los líderes en nichos de mercado internacionales es poco 'instagramer', así que pueden sufrir serias y crecientes dificultades para atraer talento. Otra preocupación reside en "el acceso a capital y la sucesión de líderes en el mando de las empresas": una alarma que se ha avivado en los últimos tiempos tras "bastantes casos" de líderes en nichos de mercados internacionales absorbidos por terceros. Y luego está la digitalización de procesos fabriles. Es un movimiento imparable que empuja a empresas duchas en el mundillo de las tecnologías (que no de la industria) "a meterse en la pelea por la cuota de mercado".
Igual que en el caso de las patentes, para el abordaje de estos retos también se hacen precisas políticas de protección. Medidas que no sólo garanticen a los campeones ocultos una larga vida, sino que aseguren su arraigo a Euskadi. Como dice Kamp, parafraseando a su vez a la experta canadiense Sherry Coutu, "no es competitivo el país que ve nacer a sus empresas, sino el país que las ve crecer". Euskadi, tierra fértil en campeones ocultos, necesita abono para seguir marcando la diferencia.