A escasos días de que venza el plazo para la entrada de Indra en ITP Aero, la tecnológica española y la aeronáutica vasca han obtenido un contrato de hasta 80 millones de euros con el Ministerio de Defensa para ofrecer un servicio integral de apoyo a la ingeniería y el sostenimiento de los sistemas de armas del Ejército del Aire y del Espacio, que incluyen, entre otros, cazas, aviones de transporte o helicópteros.
Para ello, ambas compañías han constituido una Unidad Temporal de Empresas (UTE), lo que les permitirá llevar a cabo esas labores de mantenimiento de forma conjunta a cambio de 40 millones de euros durante dos años, 80 en caso de que se prorrogue otros dos más.
La UTE conformada por Indra e ITP ha sido la única oferta recibida por el Mando de Apoyo Logístico del Ejército del Aire y del Espacio (Malog), encargado de licitar este contrato, que se formalizará durante la primera semana de julio cumpliendo los plazos de la Ley de Contratos.
Las labores de mantenimiento y puesta a punto de los sistemas de armas se realizan en los tres centros especializados del Ejército del Aire y del Espacio, ubicados en Sevilla, en Albacete y en Madrid. Además, el Centro Logístico de Armamento y Experimentación (Claex) es responsable de la integración de equipos y sistemas en las aeronaves ya en servicio.
Un acuerdo “a punto de cerrarse”
Las negociaciones entre Indra y el fondo estadounidense Bain Capital para entrar en el accionariado de ITP Aero siguen su curso, si bien el día 30 de este mismo mes finaliza el plazo para firmar la operación, el mismo día en el que la empresa semipública española celebra su junta general ordinaria, una cita en la que los accionistas están llamados a ratificar la elección de José Vicente de los Mozos como nuevo consejero delegado.
Para la empresa semipública, ITP Aero se trata de una compañía estratégica de referencia mundial en el mercado civil, militar y de mantenimiento, reparación y operación de motores, en la que el Gobierno de España desea recuperar el control, por lo que se espera que Indra termine convirtiéndose dentro de poco en el segundo accionista de la compañía aeronáutica, por delante de Sapa, que también forma parte del accionariado de Indra, JB Capital y Gobierno vasco.
No obstante, hay que recordar que esta operación lleva retrasándose desde que ITP Aero estaba en manos de Rolls Royce, pero no llegaron a un acuerdo. En estos momentos, la compañía tecnológica trata de establecer un precio conforme por ambas partes que definiría el porcentaje de adquisición de Indra, que podría rebajar sus expectativas de comprar un 15 en vez del 25% inicial.
En septiembre de 2022, Rolls Royce vendió ITP Aero a Bain Capital por 1.600 millones de euros, pero las expectativas esgrimidas por el fondo en torno al futuro de la compañía valoran su precio actual por encima. Sobre la mesa se espera un crecimiento en los próximos años de la mano de nuevos programas de defensa en Europa y nuevas inversiones motivadas por la guerra en Ucrania.
En este nuevo escenario, España busca incrementar su potencia de armas y defensa con inversiones que permitan alcanzar el 2 % del PIB en 2028, por lo que ITP Aero participa en el FCAS, el Futuro Sistema Aéreo de Combate, o en proyectos como el mantenimiento de los motores de las aeronaves de las Fuerzas Armadas Españolas o la fabricación del lote de 20 Eurofighter adquiridos por el Ministerio de Defensa.