La cooperativa del Grupo Mondragón Matrici ha dado ya el paso decisivo para su salvación. El fabricante de troqueles entraba en concurso el 8 de julio de 2022 con más de 23 millones de euros de deuda y, un año después, vuelve a ver la luz gracias a un acuerdo con los acreedores que permitirá abandonar la situación concursal en las próximas semanas.
La propuesta para la quita de una parte muy importante de su deuda, cerca de la mitad del total (dejará de pagar hasta un 90% de los créditos ordinarios y subordinados), así como un calendario de pago a cuatro años, ha salido adelante con el respaldo de dos terceras partes de los acreedores. Una vez el juez concursal dé carpetazo al asunto, lo que podría ocurrir en dos semanas, la compañía deberá eso sí cumplir los plazos de pago y devolver la confianza depositada por la banca.
El proceso, dirigido por el administrador Iñigo Gutiérrez, socio de ETL Global, culmina con final feliz tras los delicados momentos vividos en 2022, con unos números de facturación bajo mínimos que auguraban el peor de los desenlaces para una firma de gran tradición en el sector. El problema hace un año no era solo la elevada deuda, también una fuerte caída de los ingresos sobre todo a partir de 2017 agravada por el retraso en el pago de algunos clientes como Evergrande. También hubo problemas técnicos con un proyecto para Volvo.
Desde la administración concursal siempre se ha apostado por la continuidad de la actividad industrial, sobre todo porque ha habido clientes tradicionales que se han mostrado dispuestos a renovar sus compromisos siempre que la situación financiera garantizase la finalización del pedido.
Reconversión de la automoción
Zanjar la cuestión legal permitirá, una vez alejado el peligro de la liquidación, que entren todos estos pedidos que estaban en stand by. La matricería vasca, que ha perdido en los últimos años un buen número de eslabones, conservará por tanto una pieza emblemática que, eso sí, debe ahora agarrarse a unos grandes fabricantes en plena transición hacia los modelos eléctricos.
Poco antes de la solicitud de concurso Matrici entraba en contacto con uno de estos, la alemana BMW, que sondeó a varios proveedores vascos para sus modelos 2023. La difícil situación financiera impidió a la cooperativa de Zamudio subirse a ese tren, aunque hay pocas dudas a estas alturas de que habrá nuevas oportunidades. Desde luego el sector ha hecho lo posible por mantener viva la marca Matrici, algo que no ha ocurrido con otras compañeras de viaje que han acabado bajando la persiana, incluso se han comenzado a abordar trabajos para otros mercados como el aeronáutico.
El carácter cooperativo de la firma ha sido un valor también a la hora de encarar el proceso concursal, que siempre requiere sacrificios. La salida del concurso se finalizará con unos 60 trabajadores entre socios y asalariados, aunque la intención es, una vez se asegure el cumplimiento de los compromisos financieros, recuperar volumen (la compañía llegó a rondar el medio millar de trabajadores) a medida que el negocio se estabilice.