Aida M. Pereda

2022 ha sido un año positivo para Mondragon, si bien aún le queda un largo camino por recorrer para salir airosa de la incertidumbre de los mercados ante la invasión de Ucrania. A pesar de todo, las ventas del grupo cooperativista vasco alcanzaron un total de 10.607 millones de euros el pasado ejercicio, lo que supuso un aumento del 10,7 % con respecto a 2021.

Para este año, Mondragón prevé un crecimiento más moderado, de un 6,5 % aproximadamente. “Hay síntomas de una ralentización en la evolución de las principales economías europeas, lo cual puede tener efectos en nuestros negocios”, advertía el presidente de la corporación, Iñigo Ucín, durante la presentación de las cuentas de 2022, que sin embargo quiso reforzar su confianza en la capacidad del grupo para “hacer frente a posibles coyunturas adversas como hasta ahora”.

La industria, el motor del grupo de cooperativas

Grupo Mondragon engloba un centenar de cooperativas, enfocadas en diversos sectores, desde la distribución y las finanzas pasando por la educación o la salud, pero la corporación pivota principalmente en torno al área industrial, que da empleo a 395 personas más que en 2021, con una plantilla formada en 2022 por 27.316 de las 68.879 personas que trabajan en toda la corporación. 

A pesar de haber recibido una inyección de 197 millones de euros, que confirma la apuesta del grupo al destinar a este capítulo más de la mitad de su inversión total de 347 millones de euros, un 22,5% más que el año anterior. Las ventas industriales ofrecieron un beneficio de 222 millones de euros el pasado ejercicio. Con todo ello, el capítulo industrial ha crecido un 15 % en 2022 con 4.848 millones de euros más, a pesar de la salida de Orona y Ulma del grupo el pasado mes de noviembre.

Una caída amortiguada en la división industrial

No obstante, este desmembramiento de la corporación se ha dejado notar, ya que las ventas en el área industrial han caído siete puntos porcentuales con respecto a 2021. De los 6.017 millones de euros obtenidos entonces, un 52 % del total, el pasado año se quedaron en 4.848 millones, lo que supuso el 45 % de los ingresos.

Mientras, Orona y Ulma, por su parte, cerraron el pasado ejercicio con récord de ventas logrando una facturación conjunta de casi 2.000 millones de euros: 896 procedentes de Orona, el fabricante de ascensores y plataformas elevadoras de Ernani, y 1.050 del conglomerado multisectorial de Ulma formado por nueve compañías.

El Congreso de Mondragon se ha celebrado en el Palacio Kursaal de Donostia-San Sebastián. Mondragon

No obstante, esta caída del grupo Mondragon podría haber sido mayor si no hubiese sido compensada por el crecimiento del resto de sus divisiones, ya que ya en 2021, Orona y Ulma aportaban el 15 % de las ventas totales de Mondragón a nivel industrial con 1.700 millones de beneficios al grupo. 

En este sentido, el descenso no es achacado desde dentro por la salida de Orona y Ulma, sino más bien por “el incremento total de costes provocado por el encarecimiento de las materias primas, de la energía y, en general, de todos los gastos” y al peso de la internacionalización, ya que la corporación cuenta con un total de 104 fábricas en el exterior, en las que emplea a más de 10.112 personas. Una apuesta que hace que tres cuartas partes de la producción industrial de grupo vayan dirigidas a exportaciones en el extranjero, un mercado que se encuentra en retroceso, tal y como destaca Ucín, apoyándose en el comportamiento del grupo en los primeros cinco meses de 2023, que aunque sigue siendo positivo, denota síntomas de contracción.

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