Es difícil medir el impulso emprendedor de una economía. Muchas veces la clave no es emprender mucho, sino emprender bien. Buena parte de los nuevos negocios mueren al poco de nacer o, como suele decirse, lo importante no es llegar sino mantenerse. Y en ese sentido el músculo inicial con el que arranca un proyecto dice mucho sobre sus posibilidades reales de conquistar un hueco en el mercado.
Euskadi ha sido siempre tierra emprendedora y, aunque por tamaño no puede competir ya con dos capitales como Madrid y Barcelona, conserva números que respaldan esa reputación de ecosistema vivo muchas veces alimentado por las grandes multinacionales con raíces vascas. Con la pandemia definitivamente atrás, el País Vasco cierra la primera mitad de 2023 con un buen empujón a su tejido económico al generar 1.788 nuevas empresas, un 7,4% más que en 2022, según el estudio de demografía empresarial de Informa D&B, pero destaca sobre todo la mayor solidez con la que inician su andadura estos negocios.
Así, el capital invertido en la creación de nuevas empresas casi se duplica (un 82% más) en estos seis meses con más de 141 millones de euros. Solo Ceuta y Melilla presentan un mayor crecimiento mientras que Asturias evoluciona en la misma proporción. El resto de comunidades autónomas presentan subidas más reducidas incluso se desinflan de un año a otro como ocurre con los principales territorios vecinos.
Navarra, La Rioja y Cantabria ven reducir la inversión en nuevas empresas este año (casi la mitad en el caso de las dos primeras mientras la partida en el territorio cántabro baja un 23%).Todo ello en un contexto de fuerte mejoría en Euskadi marcada por el impulso del mes de junio, en el que la inversión se ha multiplicado por seis respecto al sexto mes de 2022.
El informe pone incluso nombre y apellidos a algunos de estos nuevos proyectos con mayores capacidades económicas destacando en el caso de Euskadi la sociedad de inversión Leroaz31, con sede en Ribera Alta, en Álava, y que arranca con una inversión de algo más de 6 millones.
'Pinchazo' de Madrid
Madrid, Andalucía y Cataluña encabezan el ránking de inversión en formación de empresas con cifras muy superiores al resto, si bien en la comunidad madrileña el gasto cae un 32% en la primera mitad del año por debajo de los 600 millones de euros. Cataluña por su parte mantiene el listón respecto a 2022 con 436 millones en esta primera mitad del año mientras Andalucía repunta y se coloca incluso por encima, en 440 millones. Son cifras alejadas de esos 141 millones que maneja Euskadi, aunque la comparación requiere tener en cuenta el contexto de cada territorio (tamaño y población, conexiones, atractivo de las capitales...).
Quizá sí queda más desdibujada la cifra vasca si se pone en relación a la propia Andalucía o incluso a la Comunidad Valenciana (226 millones), a priori economías con las que sí se debería poder competir.
La inversión en España en la constitución de empresas baja un 7% hasta junio (2.466 millones) aunque crece con fuerza en sectores como la energía, la hostelería, las comunicaciones o la agricultura.