La sorpresiva dimisión de Francisco Irazusta como presidente de Tubos Reunidos a finales de julio no supondrá a priori un viraje en el rumbo de la compañía, muy condicionado por la reorganización de la producción en torno a la nueva acería de Amurrio, aunque sí deja algunos cambios a nivel de dirección. Dos de las últimas incorporaciones, los responsables de personal y recursos humanos Koldo Lasala y Oscar Azcona, siguen los pasos de Irazusta y abandonan la compañía.
Ambos habían aterrizado en la firma dedicada a la producción de tubos de acero en torno al ecuador de este último mandato de Irazusta que arrancó en 2020. Llegaban con una situación financiera ya algo más holgada tras el rescate de 113 millones de euros de la Sepi y con la reestructuración de centros de trabajo en el horizonte, un proyecto que en todo momento se ha planteado sin medidas traumáticas en el frente laboral. Curiosamente los dos dejan la compañía con muy buenos números en la cuenta de resultados, más de 50 millones de euros de beneficio entre enero y junio, pero con un ERTE sobre la mesa para este otoño-invierno por la caída de los pedidos.
Se trata de dos directivos con carrera previa en grandes corporaciones y, al igual que el ya expresidente de Tubos Reunidos, con experiencia y formación en Estados Unidos. Azcona llegaba a la firma alavesa de la multinacional alemana Bilfinger mientras Lasala ha pasado por un buen puñado de empresas, algunas vascas como es el caso de Teknia o de Vicrila, en la que trabajó antes del complicado concurso de acreedores que se saldó con la compra por parte de las familias Lanzagorta y López Ante.
Además Lasala ha pasado por los gigantes PwC y XPO Logistics y, ya fuera del ámbito estrictamente empresarial, ha sido gerente del prestigioso Real Club Marítimo del Abra de Getxo además de impartir formación en distintas escuelas de negocios.
Salida con acuerdo
La salida de los dos directivos se produce justo después del anuncio de la marcha de Irazusta, quien por su parte pasa a dirigir una multinacional australiana del sector siderúrgico, si bien desde la compañía con sede en Amurrio se traslada a este medio que en ambos casos la finalización de la relación laboral ha sido de mutuo acuerdo.
La compañía de tubos contaba con ellos con tres máximos responsables de la gestión del apartado laboral, con lo que ahora este área queda coja mientras se buscan los sustitutos. Se trata de cargos que por su responsabilidad mantienen relaciones fluidas con los representantes de los trabajadores, que por su parte han recibido con cierta sorpresa la comunicación de ambas salidas al regreso del parón de agosto.
Tubos Reunidos cuenta con en torno a un millar de trabajadores entre los cuarteles generales de Amurrio y Productos Tubulares, en Trapagaran. La mayoría se concentran en las instalaciones del municipio alavés, unos 800, cifra que irá engordando hasta casi 900 a medida que se incorporen los operarios que se desplazarán desde la factoría vizcaína para entrar en la nueva acería. Poco antes de la dimisión de Irazusta el grupo anunciaba un ERTE en Amurrio a partir del 1 de septiembre "para hacer frente a la caída de pedidos" detectada en los últimos meses, expediente que cuenta con el rechazo de los sindicatos.
En cuanto a la marcha de Irazusta, la máxima responsabilidad a nivel de gestión recae por ahora en el director general Carlos López de las Heras si bien en su momento se anunció la futura designación de un nuevo presidente de carácter no ejecutivo.