Más del 25% del coste de cada trabajador vasco se destina al pago de la Seguridad Social

La fuerte subida de precios ha tenido un efecto directo en los salarios y, de rebote, también en los ingresos que percibe la Seguridad Social para hacer frente a las principales pensiones contributivas. Del coste total que tiene un trabajador de media en las empresas vascas, 3.334 euros según el último dato del INE, un 25,6% se corresponde con el pago de cotizaciones a la Seguridad Social.

De esta forma, dejando de lado el régimen de autónomos que cuenta con su propio sistema de cotización, los alrededor de 800.000 trabajadores vascos afiliados al Régimen General aportarían a la caja que paga las pensiones cerca de 700 millones de euros al mes. Según los últimos datos de agosto en Euskadi reciben una pensión 573.500 personas, incluyendo jubilación, viudedad o incapacidad, con un gasto total al mes cercano a los 850 millones.

Ese desajuste no significa que la aportación de empresas y trabajadores vascos sea insuficiente para afrontar el pago a sus pensionistas ya que quedarían por computar, en el lado de los ingresos, en torno a 200.000 trabajadores no incluidos en el Régimen General y que también cotizan, principalmente los autónomos.

El ministro en funciones de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá / EFE

Los vascos, los que más aportan

Euskadi es el territorio con los salarios más altos en competición trimestre a trimestre con la Comunidad de Madrid y es también la que más aporta por esta vía a la caja única. Con 855 euros por trabajador, según el último dato del INE, supera en 145 euros la media nacional y en casi 80 a la propia comunidad madrileña, que paga muy poco en relación al coste laboral total. De hecho según los últimos datos disponibles el coste por trabajador en Madrid es superior al de Euskadi pero las cotizaciones medias están por debajo.

Para hacerse una idea de cómo ha impulsado la última fase inflacionista los ingresos de la Seguridad Social, cada trabajador vasco supone 80 euros más al mes ahora que hace dos años, y en torno a 200 más que cuando empezó la crisis de 2008. El gran aliado de las cuentas de las pensiones es en todo caso el crecimiento del empleo, que amplía el abanico de personas que pagan y, a la vez, reduce el de perceptores de otro tipo de ayudas como sucede con la RGI en Euskadi.

A cambio, continúa el envejecimiento de la población, eje estructural del progresivo aumento del gasto, a lo que hay que sumar la correspondiente revalorización de las pensiones con el IPC.