Una caja puede ser mucho más que una caja. Un barco, un tren, la chistera de un mago. Todo el mundo lo tiene claro en los primeros años de vida, cuando reina la imaginación. Después una caja vuelve a ser solo eso, una caja. O no. Aner e Iñaki Garmendia, herederos de EGA Master, empresa vitoriana que diseña y vende herramientas de mano para uso industrial, creadora de la famosa Llave de Álava, la más premiada de la historia, lo vieron claro. Todos esos envases utilizados para guardar y enviar el material escondían un poder infrautilizado: la capacidad de contribuir a un planeta un poquito más limpio.
Por eso empezaron a estudiar cada detalle de las cajas al milímetro. Un virtuoso ejercicio de ecodiseño, usando el mínimo material, siempre reciclado y reutilizable. El resultado es un modelo de packaging sostenible que los ha convertido en pioneros del sector en todo el mundo. En realidad, ya lo eran por sus herramientas, con más de 20.000 referencias y 200 patentes, por innovar a todas horas para alcanzar la máxima seguridad y precisión, por lograr una internacionalización bestial siendo una empresa familiar. Ahora, además del contenido, el continente les ha hecho fuertes.
Cajas y más cajas. Las hay por toda la nave, en estructuras horizontales y vertiginosas plataformas verticales. Diferentes tamaños y formas. Cada día parten desde el polígono industrial de Jundiz entre 100 y 200 pedidos. “Imposible cuantificar el número de envases. Puede que para España y Francia salgan encargos pequeños y a lugares como Abu Dhabi tres o cuatro cajas enormes”, aclara Aner a los visitantes. EGA Master celebró esta semana una jornada de puertas abiertas para explicar su modelo de packaging sostenible, mostrar las instalaciones y, ya de paso, sorprender por todos los hitos logrados desde 1990.
Ese fue el año en que Iñaki Garmendia padre fundó la empresa. Él puso la semilla y los hijos, dos tipos que estudiaron de todo y mucho, se impregnaron de las formas empresariales de países tan diferentes como Japón y están preñados de nuevas ideas, han seguido plantando éxitos. Ahora mismo en Vitoria hay una plantilla de 80 personas, 120 si se suman las delegaciones en el resto del mundo. Están presentes en los mercados más exigentes de los cinco continentes, exportan a 150 países y dan servicio a las industrias más exigentes: aeronáutica, naval, petróleo, minería…
No hay otra empresa del sector que ofrezca una solución integral “con diez gamas de alta innovación” y también es la única capaz de diseñar para sus clientes cualquier herramienta de su catálogo “con la marca propia de cada uno de ellos”. Además, almacena prácticamente todos los premios a la excelencia que se otorgan en Europa, dispone de un colectivo humano joven, con más de un 60% de mujeres, multicultural y plurilingüe, y no tiene miedo a las crisis. Cuando venían mal dadas para todo el mundo, ha logrado récord históricos de ventas.
Es gente que no se conforma y, por eso, además de mantener su obsesión con “la precisión, comodidad y seguridad” de sus herramientas, está sensibilizada y concienciada con el medioambiente. Aner tiene claro que las empresas son parte del problema y, por tanto, de la solución. También está seguro de que la transición hacia una economía verde es imparable, por lo que “el futuro de las empresas pasa por introducir la sostenibilidad en su plan estratégico”. Esto no solo las hará más responsables, sino también “más competitivas”. El modelo de packaging sostenible que EGA Master ha diseñado es la mejor prueba.
El de los envases es uno de los terrenos que más puede ayudar a una compañía a minimizar el tamaño de su huella ambiental y, de paso, alimentar imagen de marca. “Nos pusimos en marcha para conseguir un modelo de packaging sostenible con un impacto importante sobre los tres grandes ejes: descarbonización, economía circular y huella de carbono. Además, suponía una propuesta diferenciada que nos haría pioneros en el sector y, por tanto, ayudaría a generar efecto tractor”, arranca Eduardo Urizar, responsable de Calidad de Gestión y Compliance.
La empresa definió una estrategia con cuatro ejes: diseño, protección de recursos naturales, economía circular y colaboración. Sobre ellos planteó siete grandes líneas de actuación. Grosso modo, el modelo de packaging debía incorporar materiales reciclados procedentes de fuertes de origen certificado, ser compostable, con un diseño inteligente, garantizar la circularidad total de los envases y conseguir la colaboración de los proveedores para que mantuvieran la cadena de reutilización y que las buenas intenciones no se fueran al traste.
Todo esto se tradujo en una tremenda labor técnica. EGA Master hizo estudios del número de fotolitos por caja serigrafiada para ajustar al máximo la relación entre apariencia e impacto ambiental. También hincó codos “para conseguir los espesores justos y adecuados de los envases evitando un gasto extra innecesario de materiales”. Además hubo análisis de optimización del empaquetado “por cada una de las más de 20.000 referencias del catálogo”, con el objetivo de reducir número de envoltorios, su consumo y su puesta en el mercado. Al mismo tiempo, se diseñaron unos empaquetados comunes que posibilitaran el envío tanto con la marca propia como con la del cliente, “con el consiguiente ahorro al gestionar mejor el stock de las cajas”.
Cuando en casa estaba todo claro, la empresa se volcó en los proveedores. “Trabajamos con ellos para la mejora de envases que nos permitan su reutilización en nuestras instalaciones, favoreciendo con ello la no llegada de nuevos envases en el mercado”, matiza Urizar. Además, nada debía romper la cadena de circularidad. Por eso se identificaron los parámetros y acciones de cada modelo de cada. Todo el mundo sabe así qué está recibiendo y cómo proceder.
Desde que EGA Master se puso manos al packaging sostenible en 2020, los frutos han ido madurando. "Hemos reducido el consumo bruto de envases y embalajes en más de una tonelada al año. También ha habido una importante reducción de residuos generados: 1.880 kilos en 2020, 2.200 en 2021 y 1.800 en 2022. La huella de carbono se ha reducido en más de un 20% en el último trienio, lo que nos ha permitido ser la primera empresa del sector de la herramienta en España en conseguir el doble sello Calculo+Reduzco. Y la empresa se ha ahorrado unos 5.000 euros al año, ejemplifica el responsable de Calidad.
Dicho de otra manera, EGA Master ha logrado convertir en hechos un discurso que habla de Responsabilidad Social Empresarial y Objetivos de Desarrollo Sostenible. La estrategia muestra coherencia, resultados y la convierte en una “empresa pionera y tractora en nuestro sector”. Sin trampa, pero con cartón.