CIC NanoGUNE ha disparado sus cifras a raíz de impulsar poco antes de la pandemia el llamado plan de transferencia, con el que el centro vasco de nanotecnología buscaba fomentar el trasvase de conocimiento al mercado, básicamente empresas y hospitales. Los resultados hablan por sí solos: en apenas tres años los ingresos por la venta de patentes a la industria se han multiplicado por diez, hasta más de 100.000 euros en 2022.

En estos momentos el centro de investigación de Donostia, impulsado por el Gobierno vasco y que cuenta entre sus socios a firmas privadas como Petronor y CAF, maneja un total de 31 familias de patentes (la tecnología propia registrada que puede ser explotada en exclusiva), una cifra que se ha disparado en los últimos años.

La clave es luego poder trasladar esos avances a la industria, poder en definitiva darles un uso comercial. Por ahora el centro vasco ha licenciado 18 de esas 31 patentes (el ejercicio más fructífero en ese sentido fue 2021), aunque la idea es poco a poco ir avanzando y terminar colocando en el mercado la amplia mayoría de esos progresos cosechados en laboratorio.

Así lo explica a este medio Ainara García, subdirectora de Transferencia de Tecnologia de CIC NanoGUNE, al que se incorporó en 2018, y una de las artífices de este despegue. "Antes de solicitar las patentes ya tenemos una ruta de explotación, es decir, ya sabemos que va a tener recorrido", explica García en el marco de la jornada IP Perspectives Euskadi que organiza la firma ABG.

El centro de investigación ubicado en Donostia está muy dirigido a hacer aportaciones al sector de la nanomedicina, es decir, buena parte de estos avances acaban en hospitales, aunque también al ámbito de los materiales avanzados para sectores como el textil o aeroespacial.

Instalaciones de CIC NanoGUNE

Vínculo con la empresa

Del centro donostiarra han brotado hasta cinco spin-off (la más conocida probablemente es Graphenea) aunque el punto de inflexión ha llegado cuando se ha ganado la madurez para conocer las necesidades reales de empresas u hospitales. "Sabemos qué quieren, qué necesitan", dice García, y remarca la importancia de, una vez realizada la primera conexión, lograr sostener esa relación en el tiempo para poder seguir avanzando en línea con lo que demanda la industria.

Empresas como la navarra das-Nano o la catalana Integra Therapeutics son algunos de los clientes con los que se mantiene ese vínculo, además de destacar por su importancia la relación con el gigante Intel.

Iain McGeoch, agente de patentes responsable de ABG-IP en Bilbao / CV

Todo el sistema de patentes europeo ha dado un vuelco este año a raíz de la creación del tribunal unitario, del que España no forma parte. Euskadi presentó en 2022 récord de patentes a nivel europeo (las que garantizan la protección de la propiedad industrial frente a cualquier competidor del continente), y es la comunidad autónoma con cifras más altas.

Sin embargo, la posición no es tan buena cuando se miran las cifras de toda Europa. "En inversión en I+D estamos por encima de la media europea, pero en patentes por habitante estamos lejos. Invertimos más pero protegemos menos que la media europea", valoraba Iain Alisdair Mc Geoch, agente de Patente Europea de ABG IP Euskadi.

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