2023 ha alumbrado un buen puñado de nuevos fondos de inversión con raíces vascas y con un objetivo común: el fortalecimiento de empresas con proyección para evitar la fuga a manos extranjeras. Aunque presentan matices distintos, las últimas iniciativas como Bidegiñ, Mirai o Stellum Capital confirman que en Euskadi hay potencial para dar la batalla por el arraigo y conservar los centros de decisión de los proyectos más prometedores.

De los tres es la corporación Mirai que encabeza José Jainaga la que tiene la mirilla más ajustada ya que las inversiones van a tener un claro perfil industrial. Junto a su 'mano derecha' en Sidenor, Marco Pineda (quien ha accedido recientemente al consejo de Kutxabank), Jainaga colocó en realidad la semilla de Mirai hace ya unos años, aunque es ahora cuando toca pisar el acelerador.

La sociedad lleva tiempo cocinando a fuego lento un conglomerado empresarial complementario con el propio grupo siderúrgico de Basauri con inversiones ya materializadas en una decena de negocios, principalmente del sector del metal y la electrónica. A partir de aquí Jainaga y Pineda anuncian una hucha disponible de unos 400 millones de euros para seguir creciendo hasta 2026, una cantidad de la que algo más de la mitad, 200 millones, se prevé irá destinada a fortalecer empresas vascas.

Mucho se especula en círculos empresariales con la posibilidad de que sea el propio Jainaga, con un expediente brillante a nivel de gestión, quien asuma el peso industrial en ese nuevo accionariado que se va a gestar en el gigante Celsa, con dos plantas en Euskadi, tras la victoria judicial de los fondos acreedores. ¿Será Mirai la que asuma ese protagonismo? Cualquier paso en esa dirección desbordaría lo que es el perfil y tamaño de las firmas compradas hasta ahora y colocaría al grupo de Jainaga a otro nivel.

José María Galíndez, que cede el testigo a Andrés Arizkorreta al frente del Círculo de Empresarios Vascos / CV

Artizarra, con Galíndez y De las Fuentes

A las puertas del verano, en la terminal de cruceros de Getxo, se presentaba en sociedad Stellum Capital, el brazo inversor de la Fundación Artizarra. Jon Ander De las Fuentes, directivo de Euskaltel y MásMóvil, fue una de las 'cabezas pensantes' que, junto a otros nombres muy reconocidos como José Poza o Juan Mari Ochoa, pusieron en marcha el proyecto. Forman parte de la fundación también Pío Aguirre, ex director de Elkargi, Teresa Madariaga, de Ingeteam, Javier Ormazabal o José Galíndez.

Stellum, con radio de acción tanto en País Vasco como en Navarra, ya ha hecho algunas incursiones en empresas importantes como Uvesco, que controla Supermercados BM. La gestora dispone de 200 millones de euros repartidos en cuatro ramas de inversión y la idea es asumir participaciones minoritarias en empresas con alto potencial de crecimiento y, sobre todo, asegurar la permanencia de sus raíces en Euskadi. "Queremos poner luz al futuro", decía Ochoa en la presentación del fondo.

Jabier Larrañaga (Kutxabank), Enrique Sáez (Fineco) y Zenón Vázquez (Elkargi), en la presentación de Bidegiñ / CV

Kutxabank y Elkargi

También Kutxabank ha dado un paso al frente para hacer su aportación a este objetivo de preservar en Euskadi el control de las empresas, en este caso de la mano de Fineco (el área de banca privada de la propia entidad de Antón Arriola) y Elkargi. Bidegiñ busca destino a inversiones por valor de 200 millones que repiten ese modelo de participación minoritaria con el objetivo de "acompañar" al empresario. Se buscan proyectos de tamaño reducido, situación financiera saneada y posibilidades de crecer.

Es un fondo europeo de largo plazo (Filpe) y en principio buena parte de las pymes en las que se invertirá serán vascas, aunque no se descartan compañías de otras comunidades autónomas del entorno si se trata de "oportunidades interesantes". Aunque en los últimos años ha salido de algunas empresas estratégicas, el banco vasco sigue teniendo presencia en el accionariado de Petronor, Ingeteam, CAF o Iberdrola.

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu. Irekia

Finkatuz mira a la gran empresa

En el lado de la iniciativa pública para sostener el arraigo hay que resaltar el papel de Finkatuz, el fondo dependiente del área de Economía y Hacienda del Gobierno vasco y que suma un potencial económico de algo más de 300 millones de euros de los que se han gastado una tercera parte, algo más de 100 (los correspondientes a las inversiones en ITP Aero, CAF y Kaiku). Quedan por tanto otros 200 millones disponibles para reforzar las necesidades del tejido empresarial a través de la aportación del Ejecutivo vasco.

El perfil de empresa que busca Finkatuz es eso sí diferente al de los anteriores. Son compañías de mayor tamaño con una larga trayectoria a sus espaldas pero en las que es interesante tener presencia precisamente para remar desde el ámbito institucional a favor de los intereses de Euskadi en un mundo cada vez más globalizado.

Noticias relacionadas