"Estamos más estables que nunca. Nunca hemos tenido más seguridad". Así cerraba el CEO de Tubacex, Jesús Esmoris, la comparecencia ante analistas e inversores en Madrid. El fabricante alavés de tubos, con la cartera de pedidos hasta arriba, ha cumplido antes de tiempo los objetivos para 2025 y se lanza ahora a colocar la guinda al pastel con una nueva división para explotar nuevas oportunidades al calor de la descarbonización.
Una de las claves de ese nuevo foco de negocio es el hidrógeno, al que se le presume un alto potencial y en cuyo transporte y almacenamiento es clave disponer de conductos de gran resistencia. Ahí viene buena parte del nuevo negocio previsto para la nueva división de Tubacex, que como segunda pata presenta un nicho 'verde' menos en boga que el hidrógeno pero que cuenta también con gran proyección como es la captura de CO2, en especial por la apuesta en forma de incentivos que están realizando algunos países como Estados Unidos.
En el gigante norteamericano lleva tiempo precisamente Tubacex participando en algunos proyectos CCUS (Captura, Almacenamiento y Utilización de Carbono) para los que, al igual que en el hidrógeno, son necesarios materiales de alto valor añadido. En 2022 la firma con sede en Llodio obtenía su primer contrato destinado al almacenaje profundo de CO2 a través de pozos de inyección en el estado de Dakota del Norte.
"Estados Unidos tiene un modelo de incentivos muy pragmático y por eso esto ha explotado", trasladaba Esmoris a los analistas en relación a un nicho de negocio nuevo con raíces sobre todo en norteamérica y el sudeste asiático pero no completamente ajeno al continente europeo. En efecto, ya hay proyectos de extracción de carbono en el Mar del Norte, entre Inglaterra y Noruega.
Petronas, referencia
En ese nuevo mercado que se abre Tubacex tiene ya algunas posiciones ganadas. Se trata de proyectos pioneros de alto perfil innovador que permite acumular experiencia una vez todo el entramado CCUS se haga realidad por todo el mundo. En estos momentos Tubacex participa en varios proyectos para la captura de CO2, los dos más relevantes en EEUU y, en especial, en Malasia, este último encabezado por Petronas, la compañía estatal de petróleo y gas.
La presencia en este consorcio, en el que participan empresas japonesas y también la compañía pública de servicios TNB, es la prueba del nivel en que se maneja la firma alavesa en este nuevo nicho 'verde'. El macroproyecto de Petronas, considerada una de las multinacionales con más camino recorrido en la captura de carbono, es uno de los más relevantes del mundo en este sector.
Se trata de un negocio incipiente con pocos competidores, lo que reporta un mayor margen de beneficio. Las previsiones apuntan a que todo lo relacionado con la captura de CO2 puede llegar a suponer un negocio global de 500 millones de euros en 2027, lo que supone la mitad de la facturación actual de Tubacex. "Estamos ahí, los proyectos son reales. Va a ser un segmento muy relevante en el futuro", dijo el consejero delegado.
100 millones 'low carbon'
El fabricante de tubos sigue así diversificando mercados gracias al impulso sostenible. Además del CO2 y el hidrógeno, la nueva división 'low carbon' se centrará en generar nuevos aceros para ganar cuota en el mercado de fertilizantes y en el ámbito del aprovechamiento de residuos y la biomasa. El objetivo es alcanzar los 100 millones de euros de facturación por esta vía en 2027 de esos 1.400 millones previstos a nivel total, si bien dependiendo de la evolución de estas tecnologías (hidrógeno, captura de carbono...) la aportación podría ser mayor.
Con dos plantas en Euskadi, muy enfocadas en producir el acero de mayores calidades para compensar costes (según la compañía las plantillas de Amurrio y Llodio presentan los mayores costes laborales de todo el grupo), Tubacex cuenta con una "sólida" cartera de pedidos (1.600 millones) soportada por ese megacontrato con Adnoc en Emiratos Árabes para el que se construye una nueva factoría en Abu Dabi. Asimismo, hay "acuerdos de largo plazo" con "clientes consolidados" que aseguran cumplir con los nuevos objetivos marcados para 2027.