El café es parte de la rutina mañanera de la mayoría de los ciudadanos vascos. Según el último informe del consumo alimentario en España ofrecido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Euskadi es la quinta comunidad autónoma en la que más café se consume per cápita, con casi dos kilos por persona y año (1,88 de media), sólo por detrás de territorios como Cataluña (1,92), Galicia (2,12), Canarias (2,23) y el Principado de Asturias (2,74).
Una bebida popular que consume el 85% de la población vasca adulta, con una media de hasta 2 tazas al día. "Hasta que no tomo mi café por las mañanas, no soy persona", es la frase más empleada por los habituales cafeteros y también la que escuchan la mayoría de los empleados que trabajan en bares, en restaurantes o en empresas, como es el caso de Gorka Etxenike, director comercial de 'La Casa del Café', marca que se distribuye principalmente en Gipuzkoa.
Fundada en el año 1926 en Donostia, esta compañía cafetera continúa en la misma línea de siempre, preparando cada taza y envasando cada producto en su fábrica con el mismo amor y la misma pasión que el primer día. Es, según el director comercial, lo que les hace "continuar a día de hoy siendo una marca propia, local y con identidad". Palabras que se han plasmado desde hace casi 100 años, cuando Juan Iriondo despertó el interés de todos los habitantes de Donostia con ese rico aroma a café que desprendía de su tienda en la calle San Marcial. Más adelante, ante tal interés de los donostiarras, surgió la opción de comercializar el producto y de disponer de una fábrica, donde se elabora el café a diario.
"Llega todo el producto a Barcelona y pasa por nuestro control de calidad. Tostar el café y el envasado se hace en la fábrica de Oiartzun"
Un café que lo califica de "materia prima, mezcla y tueste de primera calidad", y eso que el proceso de su producto estrella debe pasar por diferentes manos hasta llegar al cliente: "Nos llega todo a Barcelona, en barco, y pasa por nuestro control de calidad. Si vemos que es idóneo, enviamos todo a la fábrica, que se encuentra en Oiartzun. Si por el contrario vemos que no pasa nuestro control, lo dejamos en el puerto. Sabemos que esto supone un coste importante, pero sólo traemos lo mejor para el cliente". Cuentan con cuatro departamentos, donde tienen 18 trabajadores, y disponen de más de 200 máquinas, una cifra "más que suficiente" para estar "en una buena situación".
Gipuzkoa es una de las provincias que más café consume, especialmente el de las cápsulas desde hace varios años. Según la Semana Europea de Prevención de Residuos (EWWR), al año se recogen 58.446 kilos de monodosis de café entre los contenedores y garbigunes. Su sabor y, sobre todo, la rapidez con la que un cliente puede preparárselo tranquilamente en casa o en la oficina son dos de los puntos que más recalcan las marcas cafeteras. 'La Casa del Café' también ha notado un incremento de ventas en este apartado: "Se trata de un mercado en el que tenemos que estar, ya que en la actualidad buscamos esa ligereza que tanto reclama el cliente. Es algo cómodo y muy sencillo de preparar".
Una competencia feroz y dura
Su venta se concentra principalmente en los diferentes locales y bares a los que distribuyen "los paquetes de café molido e incluso de café en grano". Aunque también cuentan en su catálogo con las mencionadas cápsulas o "café verde, algo distinto a lo demás, ya que no pasa por el proceso de tostado. Se le atribuyen propiedades saciantes y diuréticas". Su especial aroma no sólo lo saborean los vecinos de la capital guipuzcoana, sino que además traspasa fronteras: "Gran parte de nuestras ventas se originan en Donostia, pero también distribuimos nuestro café a varios puntos de España, pero sobre todo en Pamplona".
"Distribuimos nuestro café a varios puntos de España, pero sobre todo en Pamplona"
El balance de Etxenike es muy positivo. Es consciente de que la etapa del "coronavirus y los años posteriores están siendo complicados para todos, pero la situación sale hacia adelante a pesar de que los productos que nos traen sean cada vez más caros. Todo lo que nos llega de Colombia, Nicaragua o Nueva York ha subido mucho de precio". Reconoce eso sí, que la compra de Cafés Aitona por parte de Cafento hace un año, supuso una "competencia directa menos", aunque le da "pena" que una marca de la tierra haya llegado a este punto. Entiende que "las grandes empresas van a por las pequeñas, eso es lo que hace que este sector sea muy complicado. Ahora por ejemplo facturamos un cuarto menos que los años anteriores al coronavirus". No obstante, el director comercial, con contundencia, admite que 'La Casa del Café' "ha resistido y seguirá resistiendo". Que así sea.