Se presentó en 2021 como una conexión troncal en el futuro hub de descarbonización de Petronor, que tiene al hidrógeno como un actor principal. Y es ahora cuando, dos años y medio después, el poliducto que unirá la refinería con el Puerto de Bilbao gana velocidad con los correspondientes permisos administrativos con vistas a estar operativo en un plazo máximo de tres años.
El proyecto, encabezado por la ingeniería vizcaína Saitec, apunta a acumular retrasos (se anunció al principio para abril de 2024) como está ocurriendo con el resto de aristas del negocio del hidrógeno verde. Pero no deja de ser relevante que el poliducto (tendrá tres conductos, uno de ellos para el hidrógeno) obtenga ahora luz verde del Gobierno vasco, en plena incertidumbre tras declarar Petronor en estado "de stand by" las fases finales, las que permiten ya un uso industrial, de los proyectos de generación de hidrógeno y de combustibles sintéticos.
Puede decirse que, pese al malestar de Repsol con el Gobierno de Pedro Sánchez, el hub de Petronor camina, al menos a nivel de despachos. El poliducto tiene una relevancia especial no solo por las dificultades que tiene a un nivel técnico el transporte de hidrógeno (se están probando varias opciones, principalmente tuberías y también camiones y buques especiales), también porque en este tubo el gas generado por los electrolizadores de Petronor recorrería sus primeros pasos en dirección al puerto, a su vez posible rampa de salida en dirección a Europa.
La Autoridad Portuaria de Bilbao ha cerrado recientemente acuerdos con puertos europeos, en concreto en Países Bajos y Alemania, de forma que la institución que encabeza Ricardo Barkala pueda asegurarse su condición de 'proveedor oficial' de hidrógeno verde a la industria europea. La terminal marítima de Amsterdam y el puerto interior de Duisburg, entre otras, ejercerían a su vez de lanzaderas continentales para acercar esta fuente de energía limpia a las empresas de la zona.
Camino por delante
Bilbao hace valer así su condición de puerto energéticamente sostenible, una etiqueta por la que el equipo de Barkala ha hecho una apuesta firme en los últimos años. Todavía quedan por delante muchos hitos por cumplir para que esa autopista de hidrógeno esté operativa, tanto a nivel de transporte fuera de Euskadi (el barco es una opción cada vez más real, por ejemplo convertido en amoniaco) como, en casa, con la construcción de este poliducto 'semilla' hasta los muelles. Euskadi es, en gran parte gracias a las iniciativas de Petronor, parte importante de la red de transporte y almacenamiento de hidrógeno planteada por Enagás en España y que tiene como arteria central de salida a Europa el H2Med.
El tramo refinería-puerto es un recorrido corto de forma que la triple tubería atravesará los municipios de Abanto Zierbena, Zierbena y Muskiz. Se trata en definitiva de actualizar y ampliar la línea de conexión previa con el puerto aprovechando además para reformar la conducción de saneamiento de aguas residuales (los tres tubos transportarán agua, hidrógeno y CO2). El diseño contempla un tramo aéreo para las tuberías del interior del recinto de la refinería y, de ahí hasta el puerto, un circuito soterrado.
A nivel medioambiental el proyecto toca ciertas zonas naturales protegidas en el entorno del río Barbadun, algo que ya ha sido tenido en cuenta en el diseño tratando de ajustar el recorrido lo máximo posible al trazado anterior. Mover el hidrógeno de un lugar a otro sigue siendo un reto tecnológico por las propias condiciones de este elemento y, en ese sentido, el poliducto es una iniciativa pionera en Euskadi (también Nortegás está logrando avances en este sentido).
La última actualización del proyecto fija el final de las obras en el inicio de 2025, si bien tampoco la fecha exacta es determinante. Y eso porque los planes para un aumento progresivo de la producción de hidrógeno por parte de Petronor, de finalmente llevarse a cabo, tienen 2026 como momento cumbre, es decir, sería ese año cuando el poliducto cobraría pleno sentido.
El presupuesto de todo el proyecto de ampliación del poliducto, incluyendo diseño y obra, es de algo más de 10 millones de euros con IVA.