Imagen de un aerogenerador

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RWE activa permisos para construir un parque eólico entre Bakio, Bermeo y Mungia

Es un complejo pequeño, con tres aerogeneradores y 20 MW de potencia, que se suma a otras iniciativas similares en Bizkaia

29 noviembre, 2023 09:49

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La firma energética alemana RWE Renewables ha pedido permiso al Gobierno vasco para instalar un complejo de tres aerogeneradores entre los municipios de Bermeo, Bakio, Mungia y Meñaka, un triángulo compartido con dos montes muy populares en Bizkaia como son Sollube y Jata.

Se trata de un parque eólico pequeño, no llega a 20 MW de potencia conjunta entre los tres aparatos proyectados. El proyecto viene a sumar un nuevo agente a la carrera por implantar nueva infraestructura de generación renovable propia en Euskadi, uno de los grandes objetivos del departamento de Desarrollo Económico del Gobierno vasco.

El área que encabeza Arantxa Tapia ha ido incorporando proyectos, la mayoría todavía en fases muy prematuras a nivel burocrático como es el caso de este nuevo complejo que se denominará Bakio. Asimismo se suman nuevas promotoras interesadas en aprovechar esa necesidad que tiene Euskadi de mejorar su capacidad de generación renovable como hace ahora la compañía germana RWE, que por otro lado ya participa en el proyecto de molino flotante Demosath encabezado por Saitec.

Imagen del puerto de Bermeo, uno de los municipios afectado por el parque eólico Bakio. /CV

Imagen del puerto de Bermeo, uno de los municipios afectado por el parque eólico Bakio. /CV

Álava, en cabeza

Bizkaia además es el territorio donde más dificultades se están concentrando para arrancar la carrera eólica, con Álava ya con varios proyectos en marcha que deberían iniciar su construcción entre finales del año que viene y 2025 y Gipuzkoa con el gigante Statkraft muy interesado en desarrollar también su propio modelo. Una de las compañías que había apostado por Bizkaia, Fisterra Energy, decidió retirar uno de sus proyectos aunque sigue adelante con el segundo, ubicado el de Artzentales-Sopuerta.

En líneas generales el anuncio de nuevos molinos viene acompañado del rechazo de las instituciones locales y asociaciones vecinales y ecologistas, aunque la última palabra sobre los proyectos (los que no superen los 50 MW) la tiene el Gobierno vasco.