Tras la venta de parte del negocio de Iberdrola en México, la empresa eléctrica nacional, conocida por sus siglas CFE (Comisión Federal de Electricidad), se ha convertido en la principal compañía del país azteca, ya que ha pasado de generar el 39,6 al 55,5% de toda la energía eléctrica.
El cierre de esta transacción, anunciada el pasado mes de junio, se realizará antes de finalizar el año, después de que la eléctrica vasca se desprenda, a cambio de 5.500 millones de euros, de un 55% de sus activos en México, entre un parque eólico y doce plantas de generación de ciclo combinado, capaces de producir 8.539 MW anuales, que pasarán a manos del Gobierno mexicano.
Esta decisión responde al acuerdo alcanzado con el presidente del país centroamericano, Andrés Manuel López Obrador, quien desde su llegada al poder nunca ocultó su deseo de llevar a cabo una nacionalización de las empresas energéticas que operaban en suelo mexicano.
Sin embargo, esta operación no significa la desvinculación de la compañía presidida por Ignacio Galán con el país azteca, ya que el dinero obtenido con la venta de parte de sus plantas de ciclo combinado será reinvertido a lo largo de la próxima década en proyectos relacionados con la energía verde con el objetivo de extender las renovables en este territorio.
De acuerdo a su plan estratégico, la eléctrica quiere allanar el terreno para incrementar los 1.000 MW de potencia instalada en México de la que pasará a disponer desde que entre en vigor el acuerdo, hasta alcanzar los 8.000 MW en 2030. Unas cifras que esperan ayudar a alcanzar el objetivo medioambiental del país, que se ha comprometido a que en 2024, el 35% de la electricidad será generada a partir de fuentes renovables.
El primer parque eólico privado en México
A punto de finalizar el año, hay un proyecto en el Estado mexicano de Puebla que acaba de echar a andar, que es Pier IV, el primer parque eólico privado en México, que cuenta con una potencia instalada de 220 MW.
A punto de inaugurarse están el parque fotovoltaico de Cuyoaco, de 200 MW; y el parque eólico de Santiago, en el Estado de Guanajuato, de 105 MW. Además, la eléctrica vasca está desarrollando otros proyectos, como la planta fotovoltaica Apaxco, en el Estado de México, y otros dos parques fotovoltaicos más, uno en el Estado de Durango y otro en el de Jalisco.
Pero de entre todas las instalaciones proyectadas por Iberdrola en el país azteca, destaca la construcción de una gran planta solar fotovoltaica en el municipio de García, en el Estado de Nuevo León, para lo que llevará a cabo una inversión de 1.000 millones de euros. Con esta nueva infraestructura, este territorio próximo a Estados Unidos podrá duplicar su producción de energía renovable y ofrecer suministro a compañías automovilísticas como Volvo o Navistar, pero también a la futura gigafactoría que Tesla prevé construir en la localidad mexicana de Santa Catarina, con una inversión estimada de 5.000 millones de dólares.