Es un hecho que la salud y el deporte van de la mano. En tiempos en los que da la sensación de que todo está inventado respecto al ejercicio, parece imposible innovar u ofrecer algo diferente a lo que muchos otros hacen. Sin embargo, una empresa vasca mejora la calidad de vida y el bienestar de las personas mediante la combinación de la ciencia de la genética con la experiencia en la nutrición y el entrenamiento.
Vitoria-Gasteiz estrena el primer centro genetic fitness del mundo de la mano de Baigene, la pyme alavesa de referencia internacional en el campo de la Genética y la Salud. A través de un exhaustivo análisis, que incluye la genética y la evaluación de diferentes parámetros ambientales, son capaces de ofrecer servicios de entrenamiento y nutrición de forma individualizada para adaptarse a las necesidades de cada persona. Un proyecto que, desde sus inicios en 2013, ha contado con el apoyo del vitoriano Martín Fiz, campeón del mundo de maratón.
Dirigido a personas de entre 40 y 80 años, realizan pruebas genéticas para estudiar cómo es la persona, además de evaluaciones ambientales para analizar cómo está la persona en ese momento. Con los resultados obtenidos, elaboran una dosis mínima de ejercicio físico, así como una pautas nutricionales en función de las necesidades de cada individuo. "A veces huimos un poco de la palabra entrenamiento porque la gente tiende a pensar que solo trabajamos con deportistas y el 80% de las personas vienen por salud. Son gente que igual no ha pisado un gimnasio en su vida, pero que nos ha conocido y le damos una dosis reducida de ejercicio, pero eficaz", señala David Celorrio, doctor en Genética y CEO de Baigene.
Una de las cuestiones más significativas es que, a diferencia de otras técnicas, las sesiones son tan solo de 30 minutos a la semana. Unos entrenamientos "de fuerza, sin riesgo de lesión y de máxima eficacia en las zonas donde realmente se necesita trabajar", siempre con cita previa y acompañado en todo momento por el entrenador o el nutricionista.
Invertir tan poco tiempo en el ejercicio es posible gracias a la información previa que tienen de cada persona y a la maquinaria de última tecnología, muy distinta a la que podemos encontrar en gimnasios convencionales. "De forma analítica, se trabaja a tope el músculo sin poner en riesgo articulaciones, ligamentos o tendones, con lo cual es válido para muchos tipos de persona en rangos de edad muy amplios. Son sesiones muy eficaces para que el músculo esté trabajando esos 30 minutos y luego tenga que descansar, comer bien y mejorar cada semana, algo que vamos viendo en los tests ambientales que elaboramos cada dos meses", explica Celorrio.
Apadrinados por Martín Fiz
Desde la creación de Baigene por parte de dos doctores en Genética, David Celorrio y José María Aznar, el deportista Martín Fiz siempre ha estado muy presente y colaborando con el proyecto. "Siempre hemos tenido muy buena relación y hemos hecho cosas juntos y cuando le dijimos que íbamos a abrir aquí, vino encantado a apoyar la apertura". Actualmente, la empresa cuenta con diez trabajadores, especialistas en los ámbitos de la genética, la nutrición y el deporte.
Asimismo, Baigene cuenta con marcos de colaboración vinculados a la Universidad del País Vasco y a la Universidad de Deusto, además de mantener una estrecha relación con centros médicos como la Unidad de Cirugía Artroscópica (UCA) del doctor Mikel Sánchez —eminencia en traumatología que ha tratado a Rafa Nadal, entre otros— para el desarrollo de nuevos servicios en relación a la Medicina Personalizada. "Como dentro del personal hay mucho doctor, durante estos años hemos hecho sinergias con entidades como la UCA de Mikel Sánchez para temas de investigación que han desembocado en dos patentes muy interesantes sobre temas genéticos relacionados con la salud", indica.
Centro pionero
Este nuevo centro pionero —ubicado en la calle Salvatierrabide, 22—, cuenta con 220 metros cuadrados de superficie distribuidos en una zona específica de nutrición, una sala de valoración ambiental donde se llevarán a cabo todos los testeos y las evaluaciones musculares y morfofuncionales, así como un área de entrenamiento personalizado que cuenta con maquinaria de última generación única en Euskadi.
De esta forma, se suma a los que ya existen en el Parque Tecnológico de Miñano (Álava), en el de Zamudio (Bizkaia) y en Baréin. De cara al futuro, esperan consolidar estos centros y tienen la mirada puesta en una próxima apertura en Madrid en 2024, para después abrir el abanico hacia otras ciudades, incluso del extranjero.
También confían en poder continuar el proyecto que, desde hace tres años, llevan a cabo de la mano del Ayuntamiento de Vitoria y la Fundación Vital en personas mayores para la mejora de su calidad de vida a través de entrenamientos de fuerza de forma personalizada. Una idea que surgió en base a la oferta actual pública que se ofrece a la gente mayor dirigida a la movilidad para que la articulación no se anquilose, aunque —insiste Celorrio— "el eslabón de la cadena muscular es el músculo, no la articulación". "Desde ese punto de vista hemos desarrollado el proyecto. Hemos obtenido unos datos muy buenos y vamos a sacar unas publicaciones científicas para intentar impulsar este asunto y que cambie un poco el paradigma y no haya miedo a trabajar la fuerza de nuestros mayores con el fin de mejorar su salud".