El objetivo de Iberdrola de acelerar su crecimiento en el mercado de Estados Unidos parece tener que esperar. Y es que ha comunicado hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la resolución de su contrato de fusión entre su filial estadounidense, Avangrid, con PNM Resources, la mayor empresa energética de Nuevo México, por "el incumplimiento de las condiciones previstas para el cierre de la operación".
Este paso viene a cerrar las puertas de forma definitiva a un movimiento estratégico para el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán, que fue anunciado hace dos años, a principios de 2022, cuando Iberdrola declaró su intención de hacerse con PNM Resources a través de su filial Avangrid.
Sin embargo, el regulador del Estado de Nuevo México tumbó esta compra. El no a la operación fue unánime por parte de los cinco miembros de la comisión, que consideraron que "los riesgos del acuerdo superaban los beneficios prometidos a los contribuyentes estatales".
Tercer operador de renovables en Estados Unidos
La adquisición iba a suponer la creación de una de las mayores compañías del sector norteamericano, con diez eléctricas reguladas en seis Estados (Nueva York, Connecticut, Maine, Massachusetts, Nuevo México y Texas) y el tercer operador de renovables del país, con una presencia total en 24 estados.
Un revés que culmina ahora con la cancelación de esta fusión por parte de Iberdrola, pero que sigue mirando con interés hacia Estados Unidos, ya que este mercado supone un valor de empresa implícito de aproximadamente 8.300 millones de dólares (unos 7.007 millones de euros), considerando una deuda neta más ajustes de aproximadamente 4.000 millones de dólares (unos 3.377 millones de euros).