Azazeta y Labraza servirán de termómetro social y marcarán el paso del despliegue eólico
El arranque de ambos parques alaveses, previsto entre finales de este año y el inicio de 2025, supondrá el punto de partida en esta segunda fase de construcción de aerogeneradores en Euskadi
6 enero, 2024 05:00Noticias relacionadas
La puesta en marcha de los parques eólicos de Azazeta y Labraza está cada vez más cerca. Será entre finales de este año y el inicio de 2025, en función de cómo progresen las obras, cuando los aerogeneradores de ambos parques comenzarán a girar sus aspas. Será en los próximos meses por tanto, a las puertas de que los proyectos se hagan realidad, cuando se podrá comprobar realmente cuál es el nivel de rechazo social a este tipo de macroestructuras y si, como está ocurriendo en otras comunidades autónomas, el despliegue de los molinos puede verse comprometido en los tribunales.
Las encuestas dicen que hay una opinión generalizada favorable a las energías renovables, pero la cosa cambia cuando los aparatos están cerca de nuestro municipio. En ese sentido todos los proyectos eólicos en tramitación en estos momentos por las administraciones vascas, ya en torno a la veintena, están generando voces contrarias principalmente entre asociaciones ecologistas y vecinales.
Y eso que de momento todo se reduce al papel y, en la gran mayoría de casos, aun quedan años por delante hasta que se vean ya sobre el terreno las primeras piezas gigantes de acero. No es así en el caso de Azazeta y Labraza, los dos primeros parques que verán la luz en esta nueva fase de despegue de la eólica en Euskadi (los últimos molinos se colocaron hace casi 20 años, en 2006, en el Puerto de Bilbao). Ambos están encabezados por Aixeindar (Iberdrola y Gobierno vasco) y desde luego no han sido ajenos a las críticas y las alegaciones en el largo proceso de tramitación de permisos.
Labraza abre el camino
Será en principio el parque de Labraza, muy cerca de este núcleo urbano que forma parte del ayuntamiento alavés de Oion (el complejo comparte suelo con Navarra), el que entrará primero en funcionamiento. Aixeindar confía en poder iniciar la construcción de los ocho aerogeneradores en los próximos meses y podría tenerlos listos para el cierre de este 2024. En el caso del también alavés Azazeta (en Barrundia, Bernedo, Arraia-Maeztu, Alegría-Dulantzi, Iruraiz-Gauna y San Millán) el proceso va algo más retrasado y la sociedad compartida por Iberdrola y el EVE espera que esté operativo no antes de 2025.
En cualquier caso, ambos proyectos dejan ya de ser simples planos y pasarán enseguida a hacerse realidad. Se dará entonces el verdadero pistoletazo de salida a la carrera eólica en Euskadi, que tiene por delante otras muchas etapas para alcanzar ese objetivo oficial de 783 MW para finales de esta década. Actores como la propia Aixeindar, Capital Energy, RWE Renewables o Statkraft, así como otras promotoras europeas de menos tamaño, han impulsado un buen puñado de iniciativas administrativas que deberán concretarse en los próximos años.
Es evidente que estas empresas siguen de cerca el ruido social y mediático que despiertan los parques con los trámites más avanzados como es el caso de Labraza y Azazeta. Euskadi no deja de ser un 'caramelo' para las grandes promotoras por ser un territorio con un nivel de generación de renovables muy pobre en relación a su entorno, lo tiene casi todo por hacer, aunque a la vez los empresarios del sector reconocen que hay temor a que el rechazo social pueda condicionar el futuro de las inversiones.