Ignacio Galán, en la última junta de accionistas de Iberdrola.

Ignacio Galán, en la última junta de accionistas de Iberdrola. Iberdrola

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Iberdrola aumenta los ahorros de 61.000 accionistas vascos con una rentabilidad del 4,5%

La compañía de Ignacio Galán, que abona a final de mes un dividendo un 12% superior al año pasado, es la primera eléctrica por valor en Bolsa de Europa y supera a Endesa, Naturgy, Repsol y Acciona juntas

29 enero, 2024 05:00

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Iberdrola ha logrado ganarse el prestigio entre los ahorradores que buscan una inversión segura y rentable. La energética cuenta con 61.000 accionistas en el País Vasco, con un perfil de "ahorrador fiel a la empresa". Los que han ido reinvirtiendo el dividendo en las dos últimas décadas han multiplicado su inversión por nueve.

En los últimos 20 años, la acción de Iberdrola ha incrementado su valor desde los 3,5 euros, hasta situarse por encima de los 11 euros, y ha repartido más de 7 euros adicionales por acción en dividendos, incluyendo el que se pagará a finales de este mes de enero.

La eléctrica enfila ahora la recta final de su primera edición del programa denominado Retribución Flexible en 2024. La retribución se ha convertido en una de las claves de bóveda de la política de la cúpula directiva, tanto en forma de dividendo en efectivo como de dividendo social. Ambos son fundamentales para la estrategia de la eléctrica, según explican fuentes internas.

La compañía está en pleno proceso de reparto de un dividendo a cuenta de 2023 de 0,202 euros por acción, un 12% superior al entregado el año pasado, o, en su defecto, una acción nueva por cada 58 derechos de suscripción. Todavía quedará pendiente el segundo dividendo, el complementario, que suele abonar en verano. El año pasado, la suma de ambos sumó 0,501 euros por acción, anticipándose dos años al mínimo de 0,50 que se había impuesto Iberdrola para 2025 en su Capital Markets Day de noviembre de 2022.

Torre de Iberdrola, en Bilbao.

Torre de Iberdrola, en Bilbao.

Rentabilidad superior al IPC

Ese importe total, que previsiblemente subirá en la retribución con cargo a 2023, supone una rentabilidad respecto a su precio actual en bolsa superior al 4,5%, muy por encima del 3,2% que abona el bono español a una década y por encima también de la inflación anual registrada en 2023, de algo más del 3%. Con un pay out (porcentaje de los beneficios que se destina a la retribución) entre el 65% y el 75%, el dividendo por acción se ha multiplicado casi por cuatro desde el año 2000.

Los analistas coinciden en que Iberdrola constituye un valor seguro para los inversores individuales por una doble razón. Por un lado, está su diversificación geográfica y, por otro, su variedad de negocios. La empresa, gracias a una inversión de más de 150.000 millones de euros en renovables y redes desde 2001, cuando Ignacio Galán llegó a su cúpula, está presente en más de 20 países, con especial penetración en España, Reino Unido, Estados Unidos y Brasil.

Además, alrededor de la mitad de sus ingresos dependen de actividades reguladas (el negocio de redes) y la otra mitad, de las energías renovables, el motor del cambio que permitirá alcanzar los objetivos de descarbonización en todo el mundo.

Y la liquidez de Iberdrola, superior a los 20.000 millones, le permitiría seguir operando sin necesidad de recurrir al mercado por un periodo cercano a los dos años. Se apoya en un potente balance con activos de unos 160.000 millones y en su rentabilidad, con un beneficio de 3.637 millones entre enero y septiembre, un 17% más. Los resultados correspondientes al año pasado se conocerán el próximo 22 de febrero, y la actualización del plan estratégico, esta vez para el periodo 2024-2026, se presentará el 21 de marzo.

Galán, en una junta de accionistas / EP

Galán, en una junta de accionistas / EP

La primera de Europa y la segunda del mundo

La remuneración para los inversores se produce con una capitalización de Iberdrola de más de 70.000 millones de euros, con una acción que cotiza cerca de máximos históricos y que consolida a la empresa como la primera eléctrica de Europa y la segunda del mundo por valor en Bolsa.

Las acciones no son un depósito bancario, pero la inversión en Iberdrola, que cuenta con su propio club de accionistas, OLA, rivaliza tradicionalmente, especialmente en su región de origen, Euskadi, con los productos que ofrecen las entidades financieras.

La evolución en Bolsa de Iberdrola a lo largo de su historia es incontestable. La rentabilidad que han logrado sus accionistas en los últimos 22 años ronda el 800% si reinvirtieron sus dividendos.

Vineyard Wind es un proyecto estratégico para Iberdrola en Estados Unidos.

Vineyard Wind es un proyecto estratégico para Iberdrola en Estados Unidos. Iberdrola

La compañía ha disparado su capitalización desde los 12.000 millones de hace dos décadas hasta exhibir un valor en Bolsa actual de unos 72.000 millones, que iguala a la suma de las capitalizaciones de las empresas energéticas del Ibex: Naturgy, Endesa, Repsol y Acciona.

Así, durante los periodos de retribución en los que los accionistas han podido elegir entre efectivo (cobrando el dividendo o vendiendo los derechos en el mercado) u optar por las acciones nuevas, esta última fórmula se haya impuesto de manera mayoritaria. En enero del año pasado, dueños de casi el 80% del capital optaron por recibir acciones nuevas.

En esta primera edición de 2024 de la Retribución Flexible, los inversores han recibido un derecho por cada acción, y con 58 derechos tienen acceso a una acción nueva. Los nuevos títulos comenzarán a cotizar el 2 de febrero, mientras que el dividendo se abonará el 31 de este mes. Optar por las nuevas acciones no implica que el inversor diluya su peso en el capital, pues la compañía se ha comprometido a mantener estable su número de acciones en el entorno de los 6.240 millones, según explica la energética de Galán, que para lograrlo efectuará la amortización de títulos correspondiente.