ELA ha denunciado que la dirección de Tubos Reunidos va a aplicar también un ERTE en su planta de Trapagaran, Productos Tubulares, con unos 300 trabajadores. La compañía trasladó la actividad de la acería de las instalaciones vizcaínas a Amurrio a lo largo del año pasado, con lo que la planta en Trapagaran queda exclusivamente para la producción de tubos especializados y de alta resistencia.
La reorganización de la actividad responde a las dificultades económicas que venía atravesando el fabricante vasco de tubos, que le llevó a solicitar una inyección de 112 millones de euros a la Sepi en la pandemia. La concentración de la actividad de generación de acero en Amurrio, que ha conllevado el traslado de 80 trabajadores, busca precisamente ahorrar costes y ganar eficiencia para salir del bache y enfocar con garantías el giro del oil-gas hacia los sectores ligados a la sostenibilidad energética.
"Maximizar beneficios"
Según ELA, en cambio, la compañía busca "maximizar beneficios" y "flexibilizar" condiciones laborales con este nuevo expediente en Trapagaran, que hasta ahora se había logrado mantener al margen de la regulación de empleo. Fue el pasado verano cuando la tubera anunció un ERTE para Amurrio hasta este mes de febrero y recientemente confirmaba que alargará la medida ante la bajada de pedidos.
La extensión de la medida a la planta vizcaína llega poco antes, denuncia ELA, de que la compañía anuncie los resultados de 2023, que previsiblemente serán positivos tras ganar más de 50 millones de euros en el primer semestre. El valor de Tubos Reunidos en Bolsa subió el año pasado un 160%.
La salida de Francisco Irazusta de la presidencia el pasado verano dejó el bastón de mando en manos de Carlos López de las Heras, que ha nombrado a Josu Calvo, de Gonvarri, presidente no ejecutivo.