Tubos Reunidos abre una nueva etapa. Tras una larga mudanza, el grupo alavés está cerca de tener plenamente operativas las nuevas instalaciones de Amurrio que absorben la actividad de la vieja acería de la filial Productos Tubulares, en Trapagaran. Con el objetivo de optimizar la producción, la compañía concentra así la labor de fundición en un único centro, que abastecerá de materia prima a la factoría vizcaína.
El plan anunciado en el otoño de 2021 se materializa ahora con el cierre definitivo de la acería de Trapagaran y el traslado oficial de una parte de la plantilla de Productos Tubulares a Amurrio. Precisamente ha sido con el cambio de año cuando el grueso de esos 80 trabajadores han pasado a engrosar formalmente la plantilla de Amurrio, con el consiguiente cambio de sistema de trabajo y de convenio colectivo. Hay que recordar que los sindicatos pactaron en su día una serie de mejoras para este grupo que debe a partir de ahora cubrir un trayecto más largo desde su casa a su puesto de trabajo.
El cambio sin duda refuerza el papel de Amurrio como centro neurálgico de la compañía de tubos, que pasa a sumar cerca de 900 personas en plantilla (por algo más de 300 que permanecen en Productos Tubulares). De las nuevas instalaciones, con un coste de 11 millones de euros, ya han salido algunas coladas de manera puntual antes de las navidades, casi a modo de prueba, de forma que en estos primeros días de 2024 se continúa ganando ritmo para alcanzar pronto un "nivel óptimo de producción", explican desde la compañía.
Para Trapagaran hay reservados una serie de lingotes al menos para cubrir el mes, si bien la llegada de 'alimento' de Amurrio no puede demorarse mucho para no comprometer los pedidos pendientes. Dentro del sector las factorías vizcaína y alavesa atacan nichos del mercado distintos con sus propias dinámicas y oportunidades. En ese sentido la dirección siempre ha enviado un mensaje de tranquilidad a la plantilla de Productos Tubulares sobre el futuro de la empresa, que se planifica en principio como un centro para producir tubos más específicos de alta calidad.
Menos pedidos y ERTE
La cuestión a partir de aquí es cuándo se podrá exprimir la nueva acería, a fin de cuentas el pilar del plan estratégico 2021-2026 para asegurar la viabilidad y virar hacia nuevos negocios vinculados a la descarbonización, las renovables o el hidrógeno. La situación del mercado no es buena, tal y como advirtió ya en verano la dirección encabezada por Carlos López de las Heras.
Tubos Reunidos presentó unos beneficios de más de 50 millones de euros hasta junio gracias a la alta acumulación de pedidos en el último tramo de 2022, un flujo inusual que no se ha podido sostener en 2023. De hecho, a la vez que presentaba esas ganancias extraordinarias la firma alavesa ponía en la mesa un ERTE en previsión de un bajón de la demanda en el último tramo del año y el inicio de este 2024 y, en ese sentido, si la cartera no remonta en Amurrio es probable que el expediente se prolongue más allá del mes de febrero. En Productos Tubulares no hay medidas de regulación por ahora.
Llegada de Calvo
Por otro lado, de forma paralela al montaje de la nueva acería la compañía ha vivido cambios relevantes a nivel de dirección con la sorpresiva salida en julio del presidente Francisco Irazusta, que dejó todo el poder en manos de López de las Heras, y la reciente llegada de Josu Calvo, de Gonvarri, quien en todo caso no asume funciones ejecutivas.
2024 arranca así con una configuración al más alto nivel en la que las grandes decisiones siguen en manos de López de las Heras, que al poco de dimitir Irazusta ya dio salida a dos de sus 'fichajes', Koldo Lasala y Oscar Azcona, responsables de personal. El resultado del nuevo entramado productivo centrado en Amurrio será sin duda la prueba de fuego en su gestión, que estará condicionada además por la evolución de un mercado que, de momento, apunta a un inicio de 2024 bastante plano en toda la industria pesada en general y en especial en la siderurgia.
Pese a la atonía de la segunda mitad de 2023, los números del primer semestre dan un colchón para cerrar un ejercicio positivo (en 2022 Tubos Reunidos ganó 43 millones dejando atrás las pérdidas de 2021). Pese a la incertidumbre financiera vivida en la pandemia, que desembocó en el rescate de 113 millones de euros de la Sepi, el grupo alavés ha cerrado un gran año a nivel bursátil al lograr más que duplicar su valor.